“Si para el 2035 no hay en España un 60% de puestos de trabajo técnicos, seremos un país fallido”. Así ha fijado Cándido Méndez, secretario general de UGT, el gran reto colectivo de este país. Lo hacía durante su intervención en el Observatorio Colón, encuentro organizado por PeopleMatters y patrocinado por Cigna, que reúne a los directivos de Recursos Humanos de las principales empresas españolas y de multinacionales con intereses en España.
Bajo el título “Las medidas para el empleo que necesita España”, Cándido Méndez ha dedicado su exposición a analizar la situación del mercado laboral y sus principales desafíos. En primer lugar, ha explicado que no le gusta hablar de reforma laboral ni de contrarreforma laboral, pues, en su opinión, no son mecanismos de generación de empleo. “El problema que tiene España es el paro y las reformas laborales no afectan al volumen global de empleo, pueden hacerlo sobre la distribución o a la calidad del mismo, pero no sobre el número de puestos de trabajo”, ha señalado.
El secretario general de UGT ha reconocido que el problema del empleo es complejo de resolver porque la “estructura económica está profundamente herida” y además, porque la receta para la creación de empleo no depende de la política española, sino que tiene que venir de Europa al estar en un “escenario de soberanía compartida”. En este sentido, ha identificado tres puntos básicos de esa receta: “Un plan de crecimiento, refinanciación de la deuda y un tratamiento distinto a los inmigrantes. La deuda es uno de los problemas que más nos está lastrando: en el año 2007 cada español soportaba una deuda de 7.000 euros y ahora la cifra es de 21.000”.
A nivel interno, ha destacado que “nuestras empresas son pequeñas y se encuentran con escasez de contratos, dificultades en los pagos de las grandes y la Administración, falta de crédito y unos costes energéticos muy caros: todo eso es lo que tenemos que corregir”.
En el ámbito laboral, Méndez ha abogado por recuperar el equilibrio, la mejora de la calidad del empleo y la mejora salarial -“los salarios no son el problema sino parte de la solución. Un 60% del potencial de crecimiento de este país depende de la demanda interna y el consumo solo se levanta con unos salarios razonables”- y, sobre todo, ha defendido el protagonismo y la autonomía de los agentes sociales para el establecimiento de un acuerdo que garantice estabilidad laboral: “Mi prioridad absoluta es llegar a 2016 con ese acuerdo. La autonomía en las relaciones laborales marca la marcha de la economía en países como Alemania o Gran Bretaña y aquí tiene que ser igual”.
Por último, Méndez se ha referido a dos de los grupos más perjudicados por el desempleo, los mayores de 45 y los jóvenes. En este sentido, ha recordado que las organizaciones sindicales están promoviendo una Iniciativa Legislativa Popular en demanda de una prestación de ingresos mínimos que sea la última malla de protección sociolaboral para las familias trabajadoras. Hablando sobre los jóvenes y la educación, el secretario general de UGT ha terminado preguntándose si tiene sentido que cada ministro de Educación emprenda una nueva reforma y ha abogado por un Pacto de Estado que permita crear un Plan Educativo estable, el refuerzo de las becas y la apertura del sistema universitario a una mayor iniciativa privada.