El bienestar laboral siempre ha sido muy importante, pero el estar en medio de una pandemia mundial, el malestar social y con una economía que cambia rápidamente ha quedado más claro que nunca lo vital que es si se quiere obtener éxito empresarial.
Esta conclusión está sacada de la última encuesta de Aon, en asociación con IPSOS: El informe Global de Bienestar 2021 de Aon “Global Wellbeing Survey”. Entonces, de este estudio, realizado en 16.48 compañías en 41 países, se puede afirmar que “existe una relación directa entre el bienestar del empleado y los resultados de las empresas”.
Para que ese bienestar impulse la mejora de los resultados empresariales se requiere una estrategia conjunta, aunque tan sólo el 55% de las entidades afirma tener una. Una iniciativa de bienestar desarticulada no mejora el rendimiento empresarial. Estrés (67%), agotamiento o burnout (46%) y ansiedad (37%) son los principales riesgos para una compañía en términos de rendimiento. El bienestar emocional continúa siendo un objetivo primordial porque influye directamente en el rendimiento de la organización.
El bienestar es mucho más que programas e iniciativas individuales; es una estrategia de personas a largo plazo, que utiliza recursos para lograr objetivos de resiliencia durante un periodo sostenido en el tiempo. La cultura determina si los programas de bienestar para empleados prosperan o fracasan, por lo que las empresas deben evaluar si su cultura organizativa les ayuda o les obstaculiza en sus esfuerzos por mejorar el bienestar y la resiliencia. El apoyo de los líderes de la organización es un factor crítico para crear una cultura y una estrategia de bienestar que puedan tener un impacto positivo en la resiliencia de la plantilla y en los resultados de la empresa. Avneet Kaur, EMEA Wellbeing Solutions Leader de Aon.
Otra conclusión de este informe es que las organizaciones que mejoran su oferta de bienestar para empleados en un 3% ven un aumento del 1% en la satisfacción y retención de clientes. Mientras, las que mejoran el desempeño en el bienestar de los empleados en un 3,5% ven un incremento del 1% en la satisfacción de sus personas y la captación de clientes.
Sin embargo, pese a esta relación directa comentada entre el bienestar individual y organizativo con los resultados empresariales, el 42% de las organizaciones asegura que cuando lanzaron medidas les costó mucho conseguir el compromiso de sus empleados y un 44% lo que está haciendo es luchar por ver el valor real de esa inversión en bienestar.
Esta encuesta también detalla que la cultura de la empresa es el motor número uno para desarrollar con éxito una estrategia de bienestar, pero más allá de los recursos financieros y la inversión, uno de los mayores desafíos para iniciar o ampliar las iniciativas de bienestar es el compromiso y el interés de los empleados. Es por esto que los empleadores tendrán que explorar cómo pueden apoyar mejor a sus personas.
El liderazgo puede marcar la pauta de la cultura y el bienestar; el 89% de las empresas encuestadas coincidieron en que el Director de Recursos Humanos (CHRO) es el mayor partidario de impulsar las iniciativas de bienestar, seguido del Director General (78%).
El informe constata la necesidad de abordar la salud de las personas con una estrategia definida velando por la protección de nuestras plantillas. La salud ha recobrado un plano estratégico dentro de las organizaciones y debemos seguir haciendo hincapié en la resiliencia de una fuerza laboral que refuerce una plantilla sana y saludable. Ignacio Salvatierra, Director General de Salud de Aon.
Por último, de este informe podemos extraer que el 82% de las empresas encuestadas afirma que el bienestar de los empleados es importante, el 87% tiene al menos una iniciativa en marcha, pero tan sólo el 24% integra plenamente el bienestar en su estrategia corporativa. A nivel español, las principales barreras por las que no se invierte en bienestar son: los líderes de las organizaciones están centrados en otros asuntos (58%), no saben cómo incluirlo en su estrategia (48%) y, en tercer lugar, no disponen del presupuesto necesario para invertir en ello (28%).
De todo esto nos queda una evidencia clara: adoptar una estrategia de bienestar integral dentro de una organización será compensado con una fuerza de trabajo resiliente y la empresa se desempeñará bien y gozará de salud. ¿Hay una razón más convincente para invertir en una estrategia de bienestar para la organización?