Formación, experiencia y especialización son los tres elementos clave de la ecuación a la hora de alcanzar una mejor retribución, según las conclusiones de la VI edición del estudio “Impacto de la Formación en las retribuciones 2012”, realizado por ICSA Grupo en colaboración con La Salle Universities. En el caso de los directivos esta relación es apabullante, pues al analizar el impacto de la formación en la vida laboral, se observa también que los directivos con formación universitaria ocupan la mayor parte de los puestos -89%, cinco puntos más que en 2010- e incluso a igualdad de categoría profesional la retribución es superior en función de la titulación: en el caso concreto de los directivos españoles, los no titulados cobran de media un 17% menos que sus homólogos universitarios y un 24% menos que los que además ostentan un post-grado.
En cuanto al impacto que la formación tiene en el salario desde los primeros años de vida profesional y cómo va influyendo a lo largo de una vida laboral, la comparación de los salarios de los más jóvenes pone de manifiesto un 57% de diferencia entre los que tienen un postgrado y quienes tienen formación más básica (17.625 € de retribución bruta anual frente a 27.757 €). Esa diferencia se incrementa ostensiblemente a partir de los 50 años, llegando a ser 2,8 veces superior (29.269 € frente a 83.467 €).
La especialización, tanto en el grado medio como en el superior -formación profesional y de postgrado-, aumenta su consideración desde el punto de vista salarial, creciendo casi un 15 y un 3%, respectivamente, y por ello, Albert Cubeles, director de másters y postgrados de La Salle BES, insiste en que “la competitividad de las empresas recae principalmente en el nivel de especialización de sus empleados por lo que los profesionales deben actualizar constantemente sus conocimientos y significarse como especialistas en su trabajo”.
LA PREGUNTA DEL MILLÓN: ¿CUÁNTO LLEGARÉ A GANAR A LO LARGO DE MI VIDA?
La persona más cualificada -un universitario con postgrado- que comience a trabajar a los 24 años y se jubile a los 65, puede aspirar a obtener unos ingresos brutos superiores a los 2,5 millones de euros a lo largo de toda su vida profesional. La variación más notable en los dos últimos años se produce en la Formación Profesional, donde la valoración en la retribución ha crecido casi un 15%, pasando de 0,91 a 1,04 millones.