Si el mundo cambia, nosotros hemos de cambiar con él. ¿Cómo? Aprendiendo de nuevo, aprendiendo cosas diferentes, aprendiendo de todo y de todos y aprendiendo a aprender. La cultura del aprendizaje tal y como la conocemos tiene los días contados, está en modo metamorfosis y eso es mucho más que un proceso de transformación. En cada estadio la resultante es una mutación armoniosa que deviene en radical cuando el ciclo se completa. En esta nueva mirada del aprendizaje corporativo los elementos de la cápsula del viaje en sí -la tecnología y las metodologías- se eligen, se combinan y se diseñan para que la experiencia de upskilling y/o reskilling sea real, útil y, además, bien disfrutada.
La metamorfosis empieza despertando en nosotros una actitud y una mirada curiosa para acercarnos a las tendencias de cambio con interés y con la inocencia de querer buscar esas conexiones de todas ellas hacia nuestro ámbito de trabajo y acción.
El ámbito de la formación y el desarrollo dentro de las organizaciones está cambiando con el objetivo de poner a las personas en el centro y anticiparse a las necesidades del reskilling y del upskilling originadas por una rápida transformación que agranda la distancia entre la realidad y lo que somos capaces de hacer. Y es que en la actualidad para avanzar, hay que correr el doble.
Sobre ello aporta su visión siempre disruptiva Oscar Dalmau Ibañez, director del Centro de Formación en Salud, en el artículo de portada de febrero de la Revista ORH, destacando la riqueza que supone contar con profesionales expertos que conecten las nuevas tendencias en el ámbito de la formación y del aprendizaje y las traduzcan a la realidad interna de las organizaciones, fortaleciendo la cultura y el conocimiento corporativo.
Hoy la necesaria flexibilidad y adaptabilidad a los cambios, así como también la audacia y agilidad en las respuestas, nos obligan a ir más rápido.
En estos momentos, según el autor, el cruce de caminos lleva a escoger entre regresar al más de lo mismo, sin incorporar los cambios necesarios hasta que ya no quede otro remedio o lo requiera la dirección general, o por el contrario, asumir que en este entorno de redefinición de nuevos roles y perfiles profesionales la cultura de aprendizaje se convierte en un agente estratégicamente clave para ser capaz de dar respuesta constante a unas circunstancias actuales que requieren agilidad y audacia. En definitiva, abrazar una nueva cultura de innovación y mejora continua.
De ser así, aprender a aprender es el trabajo, convirtiendo cada experiencia profesional en oportunidades, buenas prácticas, y lecciones aprendidas, en un nuevo mindset donde las personas son el centro de las políticas de talento y aprendizaje en la organización.
¿Quieres emprender el viaje hacia la tierra de la aventura y explorar la cultura de aprendizaje? Te invitamos a leer el artículo completo. Si eres suscriptor de ORH Revista, solo necesitas tus claves para acceder a él. Y si aún no lo eres, consulta las condiciones aquí.
