Este trabajo presenta una lista exhaustiva de 78 factores agrupados en ocho bloques: auto motivación, dirección y gestión, desarrollo, comunicación, incentivos monetarios, pertenencia a un equipo, ética y otros. Obviamente, los factores elegidos deben ser los que existan en la organización.
Como es bien sabido, la motivación es determinante del desempeño, productividad y calidad de los productos o servicios en las empresas e instituciones públicas. Por tanto, los directivos deben aplicar buenas políticas y prácticas de motivación para alcanzar los objetivos corporativos, sin caer en el error de pensar que todos los factores de motivación tienen la misma influencia en todos los empleados, que sólo motiva el dinero o los premios, o que los empleados no necesitan motivación en absoluto a no ser que exista algún problema.
Definimos la motivación como la voluntad para, a través de una serie de comportamientos, realizar un esfuerzo con un fin dado. Su definición parece sencilla, pero si analizamos la motivación en profundidad, descubrimos que es un fenómeno complejo y multidimensional.
Debido a la subjetividad que subyace en los procesos de motivación, los directivos y empleados pueden tener diferentes creencias, expectativas y puntos de vista sobre la misma realidad. Entonces, los directivos se enfrentan al reto de medir la influencia de diferentes factores de motivación en sus empleados. Por una parte, esto puede ser un problema porque las medidas pueden ser deficientes, incluyendo opiniones personales, distorsiones deliberadas y otros errores. Por otra, las medidas son útiles para la toma de decisiones en el ámbito de los recursos humanos; tanto si se trata de motivación intrínseca o extrínseca, los diferentes factores se pueden medir.
Lourdes Canós Darós, profesora de la Universidad Politécnica de Valencia – UPV.