Los empleados implicados “se esfuerzan, están más concentrados y enamorados” de su trabajo, pero, ¿cómo podemos implicarles si tenemos que reducir sus salarios, despedir a sus compañeros y eliminar algunos de sus beneficios o prebendas?
Las pruebas son claras: contar con unos empleados implicados es bueno para la empresa. En 2011, el profesor Michael Christian de la Universidad de Carolina del Norte y sus colegas Adela Garza, de la Universidad Estatal de Michigan, y Jerel Slaughter, de la Universidad de Arizona, publicaron un análisis cuantitativo de 90 estudios sobre la implicación y el compromiso de los empleados, llegando a la conclusión de que esta implicación, “definida como el estado en que los empleados se concentran, se esfuerzan y se sienten emocionalmente vinculados a su trabajo”, es beneficioso para importantes resultados empresariales, como el rendimiento laboral, la satisfacción de los clientes, la productividad, los beneficios o la rotación de los empleados
Aline Masuda, Profesora y Co-Directora del Departamento de People Management de EADA
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