■ La cuota de presencia femenina en posiciones directivas ha disminuido de manera generalizada en todas las áreas funcionales y su retribución, a pesar de que se acerca a la de sus homólogos masculinos, no lo hace porque se haya incrementado sino porque la de éstos ha bajado.
Así de contundente es el último informe realizado por ICSA sobre “La evolución de la igualdad retributiva durante la crisis”, en cuya presentación el profesor de ESADE José María Gasalla, advirtió que “hay paradigmas que no hemos cambiado y que afloran fuertemente en épocas de crisis. En ellas volvemos a lo seguro, a lo de siempre, y en este caso esta tendencia se manifiesta en el retorno a estilos de liderazgo masculinos. El efecto miedo nos lleva a ser conservadores”.Las principales cifras del informe son las siguientes:
■ Entre hombres y mujeres la diferencia salarial en el ámbito directivo pasa del 17% de 2010 al 11,7% de 2011, debido a una bajada de las retribuciones en general y de las de las nuevas incorporaciones en particular, que rozan el 20% menos que las de años anteriores.
■ En concreto, las diferencias salariales entre hombres y mujeres por puestos directivos son de un 10,8% en dirección general; de un 11,5% en dirección comercial; de un 17,1% en dirección de administración y finanzas; de un 16,6% en dirección de producción y de un 12,6% en dirección de recursos humanos.
■ En el resto de las categorías profesionales las diferencias alcanzan un 9,7% en las posiciones intermedias y un 10,5% en las de empleados de base.
■ La mujer cede algo más de un punto en su presencia en los puestos directivos respecto al año 2010 y más de 8 puntos respecto a 2008.
A juicio de Ernesto Poveda, socio director de Icsa, esta situación contrasta fuertemente con el nivel de formación de las posiciones directivas españolas y, en concreto, con el diferencial, en este caso a favor, de las mujeres: un 39,2% de ellas tienen una licenciatura universitaria frente al 30,4% de sus homólogos masculinos. “Este potencial femenino no es recogido por el mercado y supone un desperdicio de talento que representa a la mitad de la población del país”.
Como conclusión, Gasalla concluyó afirmando que pese a que las empresas manifiestan su apuesta por la conciliación y la igualdad, “los datos demuestran que no se pasa de los discursos a la realidad”. www.icsarrhh.com
