
Algo tiene que ver Internet y la sociedad del conocimiento en todo esto. El modelo de la red Internet es CAÓRDICO: tiene unos protocolos muy estrictos que permiten su funcionamiento. Nadie puede acceder a Internet si no cumple con ello. Pero, y no es una contradicción, esto libera una gran creatividad, inteligencia y complejidad entre los usuarios y el sistema se auto-organiza y regula. No es un sistema democrático. Nadie lo controla, ni puede controlarlo. La «norma» compartida es que o aceptamos las reglas, o no usamos la red.
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