Las empresas no innovan, lo hacen las personas. Y con la llegada de las nuevas tecnologías son las personas las que, con sus hábitos, acaban produciendo en las empresas no sólo cambios en términos de innovación sino cambios organizativos, de comunicación y de relación entre los equipos. Los departamentos de recursos humanos y la propia dirección se han dado cuenta ya de que no hay marcha atrás y que deben ser activos en este nuevo paradigma para provocar el cambio; sin embargo, no es suficiente con su voluntad o con un plan de comunicación.
Estamos ante una nueva forma de concebir las relaciones, las conexiones, la comunicación, y la forma de transmitir el conocimiento, pero sobretodo, ante un fenómeno que viene provocado por las generaciones que se están incorporando al mundo laboral. Éstas no se mueven por los mismos parámetros de motivación y a menudo de valores a los que muchos directivos estamos acostumbrados a gestionar.
Baptista Borrell, Director de Desarrollo de Negocio de UPCnet.