Pautas para hacer posible el equilibrio entre trabajo y vida (1 de 2)

Jaime Rodríguez7 marzo 202210min

Con todo esto de la pandemia, y de haber trabajado mayoritariamente en casa, se nos ha olvidado un poco, y hasta parece lejano. Pero hasta la llegada del patógeno que ha revolucionado nuestra existencia, casi seis de cada diez trabajadores pasaban más de 40 horas a la semana en la oficina. Y cerca de un 63% de ellos trabajaba durante al menos unas horas los fines de semana. De manera que la definición de equilibrio entre trabajo y vida puede resultar muy diferente, según a quien se le pregunte.

Así que, lo que han hecho en Weekdone es proponer a los líderes pautas para establecer ciertos límites que ayuden a la conciliación. Porque si ellos las ponen en marcha, sin duda alentarán a los miembros de sus equipos a seguir su ejemplo.

1. Promulgar políticas flexibles de días libres

En lugar de conceder a todos los empleados un número fijo de días por enfermedad y de vacaciones, es posible combinar todo bajo un nuevo nombre; como por ejemplo tiempo libre pagado. Suena carente de toda gracia marketiniana, pero puede brindar a los líderes y a sus equipos la oportunidad de tomarse días libres cuando sea necesario, sin tener que justificar cómo está gastando cada uno su tiempo.

De hecho, el asunto del tiempo libre pagado ilimitado es un tema candente en el mundo de las empresas emergentes, e incluso se está volviendo pero que muy popular entre las empresas estadounidenses, tras la renuncia masiva del pasado año. Mientras los empleados saquen adelante su labor, ¿qué problema hay en que disfruten de más libertad en su horario?

2. Fomentar la socialización

Ningún líder que se precie debería menospreciar a los empleados por tener conversaciones en la sala del café, sobre la última serie de moda, o por chatear entre tareas cumplidas. Es más, cuando tenga sentido hacerlo debería unirse a esas conversaciones o demostrar que trambién consulta sus redes sociales en horario laboral.

Porque está demostrado que fomentar una socialización sana y no vinculada directamente con el trabajo fomenta relaciones más sólidas y aumenta la moral de los empleados en el lugar de trabajo.

3. Ofrecer una horario flexible

Basta de horarios como los de hace un siglo; de exigir que todos se presenten a las 09:00 y se vayan a las 17:00. Si es posible, se puede permitir que los miembros del equipo establezcan sus propios horarios –cumpliendo las horas de contrato pactadas–, e incluso ofecerles la libertad de trabajar desde casa cuando sea necesario.

Una comunicación asincrónica que, lejos de verse prejudicada, puede respaldarse mediante el uso de las herramientas de software que permite, el trabajo en colaboración simultánea en tiempo real.

4. Alentar el tiempo creativo en el trabajo

A ver quién es el guapo que discute el enorme éxito que ha tenido Google con su política del 20%; que permite a sus ingenieros dedicar dicho porcentaje de su jornada a proyectos e ideas personales.

Es posible que no se pueda justificar la asignación de tanto tiempo a proyectos personales. Aunque no obstante sí que se puede alentar a los miembros del equipo a ser creativos y dedicarse a cosas que les brinden alegría mientras trabajan.

5. Implementar la participación en los hobbys

Lo mismo que las conversaciones en la sala del café y la socialización en el día a día, la propuesta de actividades periódicas fuera de la oficina, en la que pueda participar buena parte del equipo puede fomentar relaciones más sólidas y ayudar a todos a estrechar los sentimientos de pertenencia al grupo.

Y si el equipo es híbrido, hoy en día no faltan actividades virtuales que permiten unirse a todos, sin importar en dónde se encuentren.

6. Establecer una política de ‘No trabajar después de…’

Si uno no se desea trabajar el fin de semana o que los miembros del equipo la hagan, lo mejor es establecer una norma prácticamente inquebrantable de «no trabajar después de tal hora/tal día de la semana». E incluso hacer saber a todos –de nuevo, incluyendo el ejemplo del comportamiento propio– que no estará bien visto saltarse la norma.

Lo cual funciona incluso con delegaciones en distintos husos horarios. Basta con establecer franjas de tiempo establecidas, en las que compartir entre oficinas distantes.

7. Fomentar el entretenimiento

Nadie debería tener que sacrificar una sana dosis de entretenimiento por culpa de su trabajo. Ni el líder, encargado de dar ejemplo, ni el último de los miembros de su equipo. Así que lo mejor es animar a todos a hacer cosas con las que disfruten, y les ayuden a desconectar y volver con la mente más clara, e incluso mostrar interés por ellas, siempre que se pueda.

Y una manera excelente de fomantar esto es ofreciendo ayudas para ciertas actividades, como gimnasios o clubes deportivos.

8. Distribuir encuestas de satisfacción

La distribución periódica de preguntas encaminadas a conocer el grado de satisfacción de los empleados permite conocer el clima laboral en cada momento, y comprender mejor cómo se sienten las personas en el trabajo (incluido cómo llevan ese equilibrio entre trabajo y vida). Y realizar un seguimiento de los datos obtenidos de estas encuestas, utilizando herramientas analíticas específicas, permite monitorear su progreso a lo largo del tiempo.

9. Proporcionar un servicio de guardería

Hacerse cargo del cuidado de los hijos en el propio lugar de trabajo puede ser un gran servicio para aquellos empleados con niños pequeños. Van a estar estar tranquilos sabiendo dónde se encuentran sus hijos, lo que a su vez les libera para concentrarse en sus tareas y ser más productivos.

10. Establecer espacios reservado

Para los equipos que trabajan ubicados en el mismo lugar, establecer espacios tranquilos específicamente pensados para relajarse, y alentar a todos a usarlos, brinda al líder y a los miembros de su equipo la oportunidad de descansar y recargar energías entre proyectos. Y puede ser muy útil para quiens se sienten abrumados y necesitan ayuda para relajarse.

El líder solidario predica con el ejemplo

Descubrir cómo equilibrar trabajo y vida proporciona muchos beneficios: equipos más satisfechos y con mayor grado de compromiso, motivación y productividad, etcétera. Pero ese equilibrio es diferente para todos; por lo que es importante ofrecer muchas opciones para adaptarse a las necesidades de cada miembro del equipo.

Y los líderes deben predicar con el ejemplo, estableciendo la norma y dejando claras las expectativas que cabe esperar al equipo. Porque si trabaja después de las 20:00 todas las noches, es probable que su equipo también se sienta obligado a hacerlo. Al enfatizar la importancia de ese equilibrio entre el labor y la vida personal, y dar ejemplo a su equipo, puede ayudar a todos a sentirse más felices y productivos.

(Es posible leer el resto del artículo mañana, en esta misma sección).

Imagen: 123RF


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