ORH se suma al Centro de Estudios de la Persona y de la Empresa para repensar el modelo laboral y productivo

La Universidad Monteávila crea el Centro de Estudios de la Persona y de la Empresa, una institución que cuenta con la colaboración de ORH junto con HC Global-Think Tank, Reflexión 2021, Talentia y Cedice Libertad, y cuyo foco está puesto en la reflexión en torno a la incidencia de la industria 5.0 en la persona y la empresa. Al frente del mismo se encuentran Hugo Bravo, su director, y Paúl Rosillón, su ideólogo y responsable, asimismo, de ORH para Iberoamérica.
Como primer objetivo general, el Centro de Estudios de la Persona y de la Empresa buscará promover el estudio, diagnóstico y difusión de la situación y pensamiento organizacional, empresarial y gerencial de Venezuela y el mundo, tanto en la Monteávila como el resto de la sociedad venezolana.
En coherencia con el Ideario Institucional, también promoverá y reiterará el papel protagónico del ser humano como actor fundamental en el mundo laboral. Así como el reconocimiento y la comprensión de los nuevos modos de producción que están transformando la naturaleza del empleo y el nacimiento de nuevos modelos organizacionales emergentes de los procesos de transformación digital.
Tenemos que lograr ser el engranaje entre ese presente que tenemos hoy y ese futuro al que como país estamos obligados a ir». Hugo Bravo.
El foco en la persona, el profesional y la empresa para crear una nueva cultura
“La persona y la empresa están sumamente vinculados, porque son las personas las que hacen la empresa. Las que tienen una cultura, una manera de ser, una manera de estar, una manera de afrontar la realidad y una manera de transformar, y de crecer en el proceso. En las empresas es donde las personas invierten mucho tiempo, siguen creciendo, se transforman, crean competencias gerenciales, crean conocimiento, forman su carácter, porque tienen que lidiar con otros, con diferentes maneras de hacer, tratando de procurar hacer lo bueno, lo correcto, e implica una acción, un emprendimiento”, afirma Hugo Bravo.
Por ello mismo la contribución al progreso empresarial, profesional y personal a través de la reflexión y el aprendizaje es el propósito que mueve la intencionalidad del Centro, y así lo refrenda Bravo: “Más allá de los objetivos del Centro, desde lo que nosotros vemos de las personas y de las empresas, una de las cosas que también queremos lograr es que la sociedad entienda que las empresas y los empresarios son entes y son personas que van más allá de su intereses propios, y que ellos son un factor fundamental para la transformación social y para el crecimiento del país en todos los ámbitos, no solamente en lo económico, sino el cultura y el intelectual, porque en la empresa se aprenden a hacer las cosas de una manera, se forja ciudadanía, la empresa crea riqueza en todos los ámbitos».
“Estamos en un momento en que no sabemos exactamente cómo va a ser el futuro del trabajo, y eso no lo estoy diciendo yo, eso es una cita que se ha convertido en prácticamente un cliché en todos los espacios (…) No hay nada escrito. Hay mucho que está en construcción y por eso es que el Centro tiene que ser muy flexible en adoptar posiciones, en esta primera fase tenemos que ser muy abiertos a escuchar todo lo que está pasando -señala Rosillón-. El Centro debe dedicarse a estudiar las nuevas dinámicas laborales. Me gusta hablar en esos términos bastante amplios, no circunscribirlo solo al empleo. Por ejemplo, ¿Cuál es el nuevo marco jurídico que debemos darnos para tener una economía próspera? Al tema de la seguridad social hay que darle mucho pensamiento también”.
Escuchamos aseveraciones de que el teletrabajo llegó para quedarse, que se acabó el trabajo presencial, el tema de la semana de cuatro días, pero a eso hay que darle mucho pensamiento». Paúl Rosillón.
Desde su creación, el Centro de Estudios de la Persona y de la Empresa ha estado impulsando algunas acciones iniciales. A raíz del evento “Camino al Futuro. Venezuela 2035. De Fedecámaras a la Academia” que se llevó a cado el 18 de octubre, la Monteávila, la Universidad de Carabobo, la Universidad Metropolitana y Fedecámaras han estado trabajando en un primer acuerdo de alianza de las universidades y las empresas. La iniciativa se llama La empresa común: Venezuela.
“Estamos poniéndonos de acuerdo en qué queremos lograr. La idea es que una vez que tengamos esa alianza ya firme, nosotros podamos invitar a otras universidades y a los diferentes gremios, y avanzar en trabajar por esto”, acotó Bravo. Dentro de la alianza con Fedecámaras también se han discutido posibles cátedras, que están en proceso de elaboración.
“Hace un semestre -recuerda-, di Gestión de Proyectos y la mitad de los estudiantes trabajaban en alguna startup propia, de algún familiar, o de algún conocido. De entrada, no estaban en una empresa tradicional. Y los que estaban en empresas tradicionales no eran grandes empresas, muy pocos; tampoco estaban pensando en largas carreras. Eso implica un desafío para las organizaciones, de captación de personas que quieran hacer carrera. Como bien decía Paúl: nadie se ve o muy pocos se ven yendo a una empresa y estar allí toda la vida. Hay que entender dónde están los estudiantes, dónde están los saberes, las tendencias globales, y dónde están las realidades de las empresas. Tenemos que lograr ser el engranaje entre ese presente que tenemos hoy y ese futuro al que como país estamos obligados a ir”. El grupo de trabajo del Centro continúa definiendo todo lo referente a las líneas de investigación que desarrollarán en primera instancia, y lo que las universidades tienen que hacer juntas para atender el tema educativo, las necesidades de las instituciones de educación superior, de los estudiantes, los profesores y las empresas. Próximamente, se anunciará la fecha de la conferencia magistral para su lanzamiento formal dentro de la comunidad Monteávila y público relacionado.