■ Los dos días posteriores a un despido son determinantes para no destruir futuras oportunidades laborales. Es entonces cuando hay que recuperar el control emocional, no arremeter contra la anterior empresa y transmitir el mensaje adecuado a nuestro entorno.
“Hoy vas a mirar para delante que para atrás ya te dolió bastante”. Esta estrofa, de una canción de la española Bebe, resume la actitud, difícil pero necesaria, que nos puede ayudar inmediatamente después a un despido involuntario. No hay tiempo para el luto y sí para empezar a construir una operativa de búsqueda de empleo eficaz desde ese mismo momento. Así lo explica la consultora Lukkapp, resumiendo algunas de las claves para afrontar con éxito esa etapa:
– Recuperar el control emocional: Dejarse llevar por el desánimo es probablemente inevitable pero no podemos entregarnos a él más tiempo del necesario puesto que solo conseguiremos caer en la apatía y, en el peor casos, en el bloqueo y la inacción. Descartar los sentimientos de baja autoestima también es fundamental. Difícilmente podremos transmitir nuestra valía y convicción si no somos los primeros en confiar en ellas.
– Mantener el prestigio de la anterior empresa: Arremeter contra la compañía de la que se sale puede considerarse, hasta cierto punto, comprensible, sin embargo es muy poco recomendable. Las actitudes conflictivas y revanchistas no tienen ninguna utilidad práctica y los profesionales que actúan de esta manera no son vistos con buenos ojos por parte de los responsables de recursos humanos. Por otra parte, mantener la buena reputación personal ante los antiguos compañeros y directivos es esencial, porque la vida es larga y podemos volver a cruzarnos con ellos en nuestra trayectoria profesional.
– Recabar recomendaciones de la empresa que despide: aunque pueda parecer difícil, es muy aconsejable mantener la cabeza fría y hablar con los antiguos jefes y compañeros para pedirles una carta de recomendación. El despido a menudo obedece a razones económicas y no tiene que ver con el rendimiento del empleado, por lo que los directivos pueden acceder gustosos a la demanda del profesional e incluso facilitar contactos con otras empresas. Las buenas referencias son siempre valoradas por los responsables de recursos humanos y pueden abrir la puerta a nuevas oportunidades de trabajo.
– Transmitir el mensaje adecuado a la gente de nuestro entorno más cercano: Muchas de las personas desvinculadas comentan el despido a amigos, familiares y conocidos nada más conocer la noticia pero no explican cuál es su perfil, cuáles son sus logros y de qué manera les pueden ayudar.
Ignacio Fernández de Piérola, socio director de Lukkap Spain, recomienda que antes de ”lanzarse a difundir cualquier mensaje, se reflexione, se piense y se articule con coherencia para que las personas del entorno tengan claro cómo ayudar a buscar opciones profesionales”. Asimismo aconseja al despedido ”pasar la fase de duelo de la forma más anónima posible, no precipitarse y enviar un CV inmediatamente a otras empresas con un mensaje constructivo y de esperanza”.
Fuente: www.lukkapp.com