Es el momento final en el proceso de selección y los candidatos finalistas tienen una formación y trayectoria profesional muy paralelas. Ahí es cuando viene el dilema del reclutador: ¿Estará seleccionando a la persona idónea?
Para poder saberlo, Disc for all ha elaborado tres claves de análisis conductual para el proceso de selección, las cuales serían:
1. Completar la descripción del puesto, estableciendo un perfil conductual con los comportamientos claves requeridos para el puesto.
Por ejemplo, en un puesto podrían ser:
• Clara orientación hacia las personas y relaciones para alcanzar metas
• Ritmo rápido y respuestas innovadoras
• Trabajar con muchas personas, interactuar, comunicarse
• Buscar nuevas formas de hacer las cosas cuando hay presión
• Flexibilidad para cambiar de tareas con facilidad
• Ser capaz de dirigir personas cuando es necesario
Y en otro caso:
• Clara orientación a los procesos y las tareas
• Capacidad de prepararse bien antes de realizar cambios
• Seguir los métodos dados de forma paciente y constante
• Resolver conflictos basándose en los datos, información y hecho objetivos
• Un ritmo de trabajo estable que asegura la consistencia de los resultados
• Trabajar solo o con un grupo muy reducido de personas
2. Adaptar el estilo de comunicación al perfil del candidato para obtener la máxima información. Es inevitable que nos sintamos más cómodos con unas personas que con otras. Por ejemplo, las personas pausadas y tranquilas al comunicar, no suelen hacer grandes gestos y tienen desarrollada la escucha activa, se sienten incómodas con las personas que hablan muy rápido, con un estilo muy directo y conciso que acompañan con gestos contundentes o viceversa.
Igualmente hay personas que se sienten más cómodas hablando de su experiencia y talento basándose en datos, otras en su relación personal con compañeros, superiores, clientes, etc., otras en su contribución a la empresa o a los equipos y otras en los objetivos alcanzados.
Es importante identificar pautas para que el candidato pueda expresarse con comodidad y así poder obtener la mayor información posible.
3. Explorar las tendencias motivacionales y el grado de alineación con la cultura de la organización según el perfil conductual.
Si la empresa tiene un ambiente familiar y casi todos se conocen entre ellos, la gente es abierta y conversadora, tal vez una persona mucho más enfocada en su trabajo que en sus compañeros, que no tiene por costumbre enriquecer las relaciones personales y se centra más en conseguir los objetivos de trabajo podría causar asperezas en el día a día de la empresa.
En definitiva, es importante conocer el perfil conductual del candidato y las demandas conductuales del puesto para asegurar el rigor del proceso de selección.
