En cifras absolutas, la retribución media actual de un directivo es de 85.985 euros brutos anuales mientras que la de su homóloga femenina alcanza los 74.199 de media. Este y otros datos se desprenden del informe ‘Talento femenino 2020. Diferencias salariales y cuota de presencia femenina’, presentado por ICSA Grupo y EADA Business School.
El trabajo se ha elaborado a partir de una muestra que recoge datos salariales de más de 80.000 individuos empleados por cuenta ajena en España, captados a través de encuestas directas y plataformas tecnológicas como www.cuantomepagan.com
Del informe se extrae que existe una combinación que se ha cumplido durante todo el periodo de crisis financiera e inmobiliaria, y que supuso una reducción en la presencia femenina directiva y un aumento de la brecha salarial. Es a partir de 2016 cuando la tendencia se invierte pero no con lo proporcionalidad esperada. A la devaluación salarial producida durante estos años, se le añadió el agravante de género.
Las mujeres representan solo el 8,7% de las directoras generales en este país. Dentro de las áreas funcionales clásicas, sobresale la presencia femenina en RR.HH con un 32,5%, seguida de la dirección financiera con un 19,6%.
Indry Canchila, ingeniera industrial y socia directiva de consultoría de ICSA, responsable del informe, asegura que “los datos muestran que hasta la irrupción de la pandemia las diferencias salariales se reducían tímidamente al igual que mejoraba la presencia de la mujer en la dirección”.
Por su parte la Dra. Aline Masuda, profesora de EADA Business School y colaboradora del informe señala que “la evolución del coronavirus abre un panorama de difícil pronóstico a estas alturas. Las crisis siempre perjudican a la mujer. La inseguridad y el miedo conducen a modelos de gestión anticuados”.
Masuda considera que esta crisis es diferente y debería forzar un replanteamiento en el modelo de dirección y la organización del trabajo. “Las directivas suelen poseer un estilo de liderazgo más transformacional que no se basa en el mando y el control y sí en la confianza, la participación y la inspiración, fundamentales cuando uno tiene que liderar a distancia un entorno donde los equipos virtuales y el teletrabajo serán más habituales”.