El absentismo laboral repunta, por primera vez en seis años, situándose en el 4,7% durante el 2015. La tasa de absentismo aumentó entre el periodo 2000-2007, para estabilizarse y reducirse entre 2008-2011, y experimentando una bajada más acusada en el 2012, según el ‘V Informe Adecco sobre absentismo’.
Por tanto, el 2014 ha supuesto el final de una tendencia de reducción del absentismo laboral que había durado seis años. En análisis de este fenómeno tiene que abordar factores de gestión y control y aquellos relacionados con la prevención de riesgos laborales y la gestión de Recursos Humanos. El absentismo laboral necesita de una óptima gestión, responsabilidad de todas las entidades involucradas.
Concretamente, las empresas, además de las mutuas, los servicios públicos de salud y las entidades gestoras de la seguridad social, padecen costes relacionados con el absentismo laboral. El coste directo para las compañías, debido a las bajas IT, fue de 3.870 millones de euros, y el coste de oportunidad en términos de la producción de bienes y servicios que se dejaron de producir asciende a 53.387 millones de euros. Si sumamos las cifras, el coste total del absentismo por incapacidad temporal de contingencias comunes se eleva a más de 61.300 millones de euros, un incremento del 10,11% con respecto al 2014.
BAJA POR INCAPACIDAD TEMPORAL
El factor determinante en la tasa de absentismo resulta ser el número de bajas por Incapacidad Temporal (IT). Según la encuesta sobre Absentismo fraudulento y Presentismo (mayo 2016), las razones principales de estas bajas por IT no justificadas son aquellas relacionadas con la conciliación de la vida laboral y familias, así como afecciones leves.
En este sentido, cabe destacar que el 90% de las empresas reclama licencias y permisos que justifiquen las ausencias, y tan solo un 3% cuenta con paquetes de horas anuales o sistemas de flexibilidad horaria para facilitar la conciliación.
Teniendo en cuenta los datos, por tercer año consecutivo, el informe presenta un diagnóstico que no deja lugar a dudas y revela una necesidad cada vez más acuciante en el mercado de trabajo: la racionalización de horarios, la mejora de los sistemas de flexibilidad y un calendario laboral que abogue por la conciliación de vida personal y profesional.
PREVENIR ANTES QUE CURAR: APOSTANDO POR EL BIENESTAR DE LOS EMPLEADOS
Fomentar una cultura de bienestar y de prevención de riesgos laborales influiría en la tasa de absentismo actual. Hay que superar el concepto legal orientado a cumplir simplemente con la ley y, en su lugar, apostar por la competitividad y el compromiso de las personas. Asimismo, se defiende la implementación de programas orientados a cuidar y promover la salud de los empleados que consigan reducir el número de bajas.
Como comentábamos anteriormente, las bajas IT lideran los factores que componen el absentismo laboral. En este sentido, en 2015 se han registrado 810.329 procesos con baja, de los que el 83% corresponden a contingencias comunes y solo un 17% a contingencias profesionales, es decir, las comunes son casi cinco veces superiores a las profesionales.
En el análisis de Adecco revela que el 57% de los procesos de baja IT se deben a trastornos músculo-esqueléticos, traumáticos y pisquiátricos. Los costes totales derivados de estas dolencias se estiman entre los 392 y 534 euros por empleado. Estas cifras pueden reducirse si en lugar de destinar este presupuesto a las bajas, se invirtiese en la salud de las plantillas.
El informe muestra que las empresas españolas están más orientadas a sistemas de control y restricciones, que fomentan el absentismo y presentismo, frente a un comportamiento responsable de los trabajadores.
“Es imprescindible mejorar la calidad del trabajo, creando entornos de trabajo saludables y controlar con rigor y contundencia los riesgos laborales, en especial los ergonómicos y psicosociales, junto a otros estímulos organizacionales. Ello no es un lujo, es una necesidad para la pervivencia empresarial”, confirma el estudio.
TASA DE ABSENTISMO POR SECTORES: INDUSTRIA, CONSTRUCCIÓN Y SERVICIOS
El informe, elaborado con la colaboración de IESE, Garrigues, AMAIT, FREMAP, Universidad Carlos III y el INSHT, analiza la tasa de absentismo por sectores de actividad. Industria, construcción y servicios muestran el mismo patrón: el absentismo repunta en 2014 y 2015, tras haber disminuido de manera constante entre el 2007 y 2013.
El sector industria presenta más horas no trabajadas, tanto por vacaciones y festivos como por el resto de motivos. Asimismo, en cuanto a su tasa de absentismo por IT, este sector ha experimentado el mayor descenso situándose en el 3,3% este 2015, igualando los niveles del 2000 y presentando su mayor disminución en el periodo 2012-2013 con un 2,8%.
En el caso de la construcción las horas no trabajadas llegan a su punto máximo en el 2009 para disminuir en este último año situándose a niveles previos a la crisis. El sector construcción es el único que ha disminuido su nivel de absentismo por bajas IT, estando de un 2,7% en el 2000 a un 2,5% en el 2015.
Servicios tiene menos horas no trabajadas, algo coherente por ser una actividad vinculada al turismo y hostelería en fechas festivas y vacacionales. El sector servicios ha aumentado su tasa de absentismo por incapacidad temporal pasando del 2,7% del 2000 al 3,3% actual.
ESPAÑA, EL SEGUNDO PAÍS MÁS ENVEJECIDO DEL MUNDO EN EL 2050
Las previsiones de población de Naciones Unidas indican que en 2050 España será el segundo país del mundo con la ratio de envejecimiento más elevada, por detrás de Japón. El envejecimiento de la población supondrá un gran reto para la sociedad española por sus implicaciones directas como lo será la sostenibilidad del sistema de pensiones.
La edad repercute en la duración de los periodos de incapacidad, donde el número de días llega a duplicarse. El informe desvela una relación entre la edad y los procesos de IT con un comportamiento cruzado, en el que se evidencia una mayor incidencia de los procesos de baja en los colectivos de menor edad.
