El cambio digital es una realidad. Deja de ser un proceso para convertirse en un hecho consumado. Los empresarios y CEOs lo saben. Han observado que los clientes ya no se mueven bajo los mismos parámetros que lo hacían hace unos años, por ello se encuentran ante el reto de entender qué significa el término digital en clave de negocio para así poder abordarlo desde esa perspectiva.
Muchos directivos y mandos medios viven ajenos al impacto que el mundo digital ejercerá sobre sus negocios y, también, sobre su propio puesto de trabajo. La gran mayoría desconocen lo que se avecina porque bien no se lo han explicado o bien no ponen interés en ello.
Pilar Trucios, Chief Business Officer en The Valley Digital Business School, asegura que esto atañe especialmente a los directivos de RR.HH., muchos de los cuales se encuentran entre los mandos sin rumbo digital. Trucios en su artículo, publicado en la revista Gref Noticias del Grupo de Responsables de Formación de Entidades Financieras, critica que algunos de estos profesionales se empeñan en entender de qué modo cambiará su función o su departamento, sin ir más lejos, sin preocuparse por la verdadera clave: entender qué pasa fuera de la empresa y en el resto de áreas. Según la autora, marketing y comunicación son los departamentos que están encabezando la transformación digital en las compañías puesto que están más cerca del cliente.
«Hay que invertir en tecnología, convertir a los empleados en agentes del cambio digital y asumir que los temas legales traerán de cabeza a la organización. Pero, sobre todo, hay que desterrar la lógica tradicional y atreverse a pensar diferente», escribe Pilar Trucios.
EL USUARIO, CLAVE PARA ENTENDER EL MUNDO DIGITAL: 9 características del nuevo cliente
Pilar Trucios defiende la necesidad de entender el cambio que ha experimentado el usuario o cliente puesto que si no, será difícil comprender el mundo digital y por qué la empresa ha de transformarse.
1.- Somos influyentes, pasamos de insignificantes a protagonistas. Los canales sociales han hecho que nuestro ratio de influencia aumente permitiéndonos poner en entredicho productos y servicios y haciendo temblar a algunas marcas. Estas marcas no tienen más remedio que tomarnos en serio.
2.- Somos participativos y sociales vía otros canales. Nunca había sido tan sencillo opinar, buscar, compartir… Las redes sociales han hecho que cambiemos la forma en la que consumimos, compramos, vendemos o decidimos.
3.- Somos tecnológicos. Hoy, quizá no volveríamos a casa si al salir nos hemos olvidado las llaves, pero sí lo haríamos si lo que hemos dejado atrás es el móvil. Somos tecnológicos, utilizamos el móvil para casi todo y adoptamos la tecnología que nos facilita la vida. Esto significa que las empresas que no sepan adaptarse a la forma de actuar del cliente verán amenazada su cadena de valor con nuevas startups que resolverán lo que ellos no han sabido hacer.
4.- Estamos conectados 24-7-365. Hoy no entendemos de horarios de atención al cliente. Nos gusta que nos atiendan cuando lo necesitamos o nos conviene, estemos donde estemos. Las empresas que sigan pensando que ellas marcarán el ritmo, acabarán perdiendo clientes.
5.- Somos generadores de un número ingente de datos. ¿Qué dónde está el modelo de negocio de muchas empresas digitales que hoy no son rentables? En los datos. Si no, que se lo pregunten a WhatsApp, que de momento sólo vive del pequeño canon de descarga de la app. Tú y yo somos generadores de datos cuando utilizamos una cuenta de gmail.com, conducimos con Google Maps, utilizamos nuestra tarjeta de crédito, leemos un periódico digital o compramos en Internet. Y el reto de las empresas estará en hacer negocio con muchos de los datos que tú y yo generamos.
6.- Tenemos otra manera de aprender. Existen plataformas de cursos en red que gratuitas o no, están consiguiendo que usuarios como tú y yo cojamos las riendas de nuestra formación y accedamos a un montón de contenido al que antes no teníamos acceso. El contenido se multiplica y también la forma en que lo consumimos o compartimos.
7.- No necesitamos poseer sino usar lo más conveniente. Quizá los que tenemos cierta edad no estamos convencidos de un hecho aplastante entre las generaciones más jóvenes: no es imprescindible posser sino que basta con tener acceso cómo, dónde, y cuándo sea necesario. Por ejemplo, lo importante no es poseer un coche, sino tener la posibilidad de moverme de un lugar a otro en Bla Bla Car, Car2go, MyTaxi o una bicicletra eléctrica.
8.- Somos digitales y sociales dentro de la empresa. Si las empresas aún no se han enterado, se enterarán muy pronto. A todos nos gusta que las cosas sean tan fáciles en la organización como lo empiezan a ser fuera de ella. Tecnología en movilidad, acceso remoto a la información, colaboración social entre colegas, horario flexibles o retribución verdaderamente a la carta. Sabemos que cambiar sistemas y organizaciones es complejo pero en el futuro los mejores talentos querrán estar en organizaciones adaptadas al mundo digital.
9.- Somos ajenos a la legalidad. Que muchos negocios digitales han surgido al arbor de la alegalidad es una realidad. Que muchos de estos negocios han venido para quedarse porque, son los usuarios, es decir, tú y yo, los que estamos empujando para que se queden, es otra. Habrá que regularlos, pero han venido para quedarse.
«Pensar cómo hemos cambiado los que ya estamos en la madurez y comprender al nuevo usuario digital, que llega con la tecnología incorporada y con una lógica muy diferente a la nuestra, hará que salgamos de la zona de confort actuemos diferente y ayudemos a nuestra empresa a transformarse digitalmente», finaliza Pilar Trucios.
