Sin la tecnología ya no podríamos vivir aunque, a veces, tampoco nos deje hacerlo. El correo nos hace trabajar en la urgencia permanente, chequeamos compulsivamente los mensajes de nuestros «amigos» en las redes sociales, retratamos nuestro día a día hasta no dejar ni un instante sin compartir… Según ha explicado el experto en liderazgo y desarrollo personal Robin Sharma durante una intervención en el campus del IESE en Barcelona, «la tecnología nos distrae cada 11 minutos y nos cuesta otros 25 retomar el hilo de lo que estábamos haciendo con su mismo nivel de intensidad e creatividad».
Según recoge el boletín IESE Insight, los profesores de esta escuela, Alberto Ribera, Anindya Ghosh y Pablo Maella, han realizado un análisis de las alternativas en las que tienen que focalizarse los directivos y las organizaciones en su compleja y acelerada búsqueda de sistemas de trabajo productivos y proclives a la innovación. Para estos expertos el «foco» es, básicamente, mantener una disciplina y ejercitarla precisa de un básico: empezar por uno mismo, identificando nuestros recursos y siendo conscientes de que el tiempo, nuestro tiempo, es uno de ellos y que, por lo tanto, también hemos de saberlo gestionar.
Una pista para ello: la ciencia -explica Sharma- nos dice que nuestro momento mas energético es el de la mañana; por lo tanto, recomienda que en los primeros 90 minutos de nuestra jornada laboral hagamos sólo tareas realmente importantes. Su máxima: «Usa tu mejor momento para hacer tu mejor trabajo».