Para ello, ha tenido en cuenta los datos publicados por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, de 2007 a 2018, en función del sector de actividad y comunidad autónoma de residencia del profesional, así como la tasa de incidencia de cada uno de ellos. También se tuvieron en cuenta los datos en cuanto a ocupados procedentes del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Randstad revela un cambio de tendencia de la tasa de incidencia, que mide el número de accidentes laborales por cada 100.000 trabajadores, ya que con respecto a 2017, el índice se redujo en un 0,2%. Se trata de un índice destacable teniendo en cuenta que el volumen de ocupados creció un 2,7%, hasta los 19,3 millones de trabajadores, un 12,8% desde 2013, año desde el cual la cifra volvió a remontar.
Cuando se analiza la serie histórica, se detecta que en 2007 se alcanzó el índice más elevado con 5.914, año en el que también se registró el mayor volumen de población ocupada, con 20,6 millones de trabajadores. Desde entonces, este indicador del mercado laboral encadenó cinco años de descenso consecutivo hasta situarse en la cifra más baja (2.949) de la serie histórica, para después encadenar cinco años de incrementos. 2018 marca otro cambio de tendencia al reducirse de nuevo en un -0,2%.
En términos absolutos, en 2018 se produjeron 520.037 accidentes laborales durante la jornada, siendo el quinto año consecutivo de aumento de siniestros. Esta cifra creció un 3,2% con respecto al año pasado, aunque ha caído un 43,8% en comparación a 2007. Al igual que la tasa de incidencia, los accidentes laborales durante la jornada alcanzaron su mayor cifra en 2007 para descender de forma consecutiva hasta 2013 para luego crecer hasta 2018.
Randstad también ha analizado la tasa de incidencia y el número de accidentes en función del sector económico donde el profesional desarrolla su actividad laboral. Construcción se mantiene como el sector con un mayor índice, 7.739 accidentes por cada 100.000 empleados. A continuación, con una diferencia superior a los 2.000 se sitúan industria (5.429) y agricultura (5.197). En última posición, se encuentra servicios con 2.547 accidentes por cada 100.000 trabajadores.
También ha analizado la tasa de incidencia en función de la comunidad autónoma donde reside el trabajador, ya que este indicador oscila dependiendo de la región que analicemos y del sector de actividad predominante en ella. De esta forma, Randstad destaca que Baleares (4.933) y Castilla-La Mancha (4.033) son las comunidades con mayor tasa de incidencia, ambas con una cifra superior a los 4.000 accidentes por cada 100.000 trabajadores.
A continuación, entre los 3.700 y los 3.500, se encuentran Extremadura (3.776), Andalucía (3.773), Navarra (3.700) y La Rioja (3.581). Por encima de la media nacional (3.326) también se sitúan Canarias (3.490), Murcia (3.467), Asturias (3.387), Galicia (3.374) y Castilla y León (3.351).
En el lado contrario, por debajo de la media nacional, se encuentran Euskadi (3.304), Aragón (3.252), Catalunya (3.139), Comunitat Valenciana (3.125), Cantabria (3.031) y, por último, Madrid (2.722), que se sitúa como la región con menor tasa de incidencia de España.
“Este cambio de tendencia es especialmente destacable ya que, aunque los accidentes crecen a la par del número de ocupados, algo por desgracia lógico, las cifras son muy inferiores, tanto en volumen como en incidencia, con respecto a hace diez años. Esto se puede explicar gracias al cambio de modelo productivo, en el que hoy la construcción tiene un peso menor, y la puesta en marcha y cumplimiento de las medidas de seguridad y prevención”, asegura Luis Pérez, director de Relaciones Institucionales de Randstad.