Es función de la actividad directiva optar ante las diversas posibilidades que van presentándose. Una de las características del liderazgo es precisamente la capacidad de tomar decisiones cuando aún se carece de todos los datos precisos. Y esto para evitar la parálisis por el análisis. El gobernante, independientemente del nivel que ocupe, nunca puede esperar a acumular con exhaustividad las variables sobre un problema. De hacerlo, quedaría abrumado por la información obtenida y en espera de nuevos datos.
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