La revolución digital y sus subyacentes disrupciones tecnológicas están provocando cambios muy profundos en las habilidades necesarias para los trabajadores; ya sean técnicas, de comportamiento o relativas a la empresa. Pero es que, desde que el Foro Económico Mundial anunciase hace un par de años que, en 2025, quedarán obsoletos 85 millones de empleos debido a la digitalización, no cesan de aparecer informes y estudios que, incluso, adelantan este apocalipsis laboral. El último es el Observatorio Internacional 2022: transformación, habilidades y aprendizaje, de CEGOS, que se ciñe a España. Y que revela que los directores de Recursos Humanos (RRHH) de las empresas españolas consideran que la mitad de los puestos de trabajo en su compañía están en riesgo de quedar obsoletos en los próximos tres años.
El riesgo de obsolescencia de las habilidades es una realidad y es en nuestro país donde esta amenaza se percibe mayor. Los responsables de RRHH en España creen que el 51% de los empleos de sus organizaciones caducará el próximo trienio, seis puntos por encima de la media del resto de países analizados, que se sitúa en el 45%.
¿La tecnología acabará con empleos y agravará la desigualdad, o traerá trabajo más significativo y sociedades más saludables? Esta pregunta ha preocupado a la humanidad desde que los avances tecnológicos se hicieron cargo de ciertos trabajos manuales. El aprendizaje continuo y la actualización de los conocimientos van a ser clave para adaptarnos a los cambios que se producirán en el mercado laboral de esta década.
La obsolescencia de las habilidades
Así lo revela el Observatorio Internacional 2022: Transformación, habilidades y aprendizaje, de Cegos. Realizado a través de un sondeo a 2.643 empleados y 365 directivos de RRHH de Francia, Alemania, Italia, España, Singapur y Brasil, pone de manifiesto que el riesgo de obsolescencia de las habilidades es una realidad y es en nuestro país donde esta amenaza se percibe mayor. Los responsables de RRHH en España creen que el 51% de los empleos de sus organizaciones caducará el próximo trienio, seis puntos por encima de la media del resto de países analizados, que se sitúa en el 45%.
Los directivos afirman que en los próximos cinco años sus organizaciones se enfrentarán a la creación de empleo (57%), a la aparición de nuevas profesiones (55%), a la desaparición de ciertas profesiones (33%) y a la reducción de puestos de trabajo (24%). Por tanto, el reto de los profesionales de RRHH será doble: ajustar la organización y encontrar a las personas adecuadas para los nuevos empleos.
El 45% de los directores de RRHH afirman tener cada vez más dificultades para adecuar las necesidades de competencias en su organización con la oferta de formación. El 75% señala que el dominio de las competencias digitales básicas es uno de los principales objetivos de su área. Las competencias digitales son las que deben reforzarse (33%), así como las competencias de gestión (33%), seguidas de las soft skills (28%) y las competencias empresariales de los empleados (19%). En cuanto a las habilidades personales, la comunicación a través de medios digitales, trabajar desde casa de forma remota y la agilidad y adaptabilidad son las que deberían dominar los trabajadores.
Cuando temes que tu puesto desaparezca
Por su parte, los empleados son muy conscientes del impacto de los cambios actuales. El 30% de los colaboradores teme que su puesto de trabajo desaparezca, mientras que el 79% piensa que las transformaciones, especialmente aquellas vinculadas a los avances tecnológicos, podrían cambiar el contenido de su trabajo. Así, el 93% de los empleados dicen estar dispuestos a emprender su propia formación para adaptarse a las transformaciones de los empleos y las profesiones.
El desarrollo de las habilidades es una responsabilidad compartida por la empresa y trabajadores: esto es así para el 64% de los colaboradores y el 45% de los directivos de RRHH. El 76% de los empleados afirman que estarían dispuestos a asistir a un curso en su tiempo libre y el 55% estaría dispuesto a financiarse ellos mismos parte del coste de su formación.
El 93% de los directores de RRHH dice haber adaptado su oferta de formación online para seguir formando a sus equipos desde el inicio de la pandemia en 2020. Y para el 63% de ellos, más del 50% de la oferta se ha adaptado o renovado.
La pandemia y la formación
De esta forma, el esfuerzo por mantener la formación en marcha ha sido mayoritario. Entre el 30% y el 60% de la plantilla de las organizaciones se ha beneficiado de la formación desde marzo de 2020. En cuanto a los empleados, surge una tendencia: cada vez más son ellos mismos quienes inician la formación que reciben. Este es el caso para el 52% de ellos.
El estudio corrobora que la pandemia ha acelerado el auge de la formación híbrida y remota. El 50% de los directores de RRHH han establecido métodos de aprendizaje en remoto (58% en España) y el 48% han establecido soluciones de aprendizaje mixto que comprenden tanto la formación presencial como el aprendizaje a distancia. Concretamente, fueron las aulas virtuales las más favorecidas por el 79% de los directores de formación, al igual que los módulos e-learning, favorecidos por el 59% de estos directivos.
La formación a distancia es ahora parte de una tendencia sostenible: el 86% de los directores consultados afirman que los cursos de formación organizados por su organización harán hoy más hincapié en el aprendizaje a distancia que antes de la crisis sanitaria.
Los temas de formación se han correlacionado directamente con los retos e impactos de la crisis sanitaria: “cómo trabajar desde casa de forma eficiente” fue el tema más tratado desde marzo de 2020, seguido de “cómo dirigir a distancia” y “cómo gestionar proyectos a distancia”. En España después de cómo trabajar desde casa de forma efectiva (62%) fue la gestión del estrés, con el 50%, el tema más elegido para los cursos.
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