Las mujeres cuentan con mayores dificultades que el sexo contrario cuando llega el momento de la jubilación. Los trabajos a tiempo parcial y la interrupción de su trayectoria laboral ante el cuidado familiar, reducen considerablemente los ingresos de la mujer lo que, en consecuencia, genera una mayor dependencia de su cónyuge y, por lo tanto, inseguridad.
En este sentido, aunque la jubilación afecta por igual a ambos sexos, la forma de afrontarla es totalmente distinta, viéndose desfavorecidas las mujeres como lo muestra el Estudio de Preparación para la Jubilación 2014 elaborado por Aegon.
NIVEL EDUCATIVO DE LAS MUJERES
Actualmente, la brecha que existía entre hombres y mujeres a nivel educativo se ha reducido considerablemente. Mientras que el 22% de las mujeres tiene estudios de bachillerato frente al 28% de los hombres, si nos fijamos en los estudios universitarios son ellas las que superan a los hombres con un 46% y un 41%, respectivamente. De ello se traduce que el género femenino se encuentra al mismo nivel o superior que ellos para desempeñar una carrera profesional.
CONCILIACIÓN DE VIDA LABORAL Y FAMILIAR
Las diferencias se acentúan cuando se trata de hacer llevadera la vida profesional y familiar. Las responsabilidades caen principalmente sobre las mujeres por lo que éstas se ven obligadas a interrumpir sus carreras profesionales, o en el mejor de los casos, un 24% trabajará a tiempo parcial frente al 10% de los hombres.
Esto conlleva a una disminución del poder adquisitivo de las mujeres. Según el documento, las mujeres reciben una media de ingresos anuales de 19.000 euros y los hombres de 27.000 euros. En un futuro cercano, eso se refleja en una menor capacidad de ahorro de cara a la jubilación.
“A día de hoy, las diferencias en cuanto a salario y condiciones laborales hacen que
las mujeres tengan más dificultades que los hombres de cara a prepararse para la
jubilación. Equilibrar la balanza y facilitarles el acceso a una jubilación satisfactoria
debe ser un objetivo de todos”, afirma Jaime Kirkpatrick, CEO de Aegon España.
¿QUÉ HAY TRAS LA JUBILACIÓN?
En ambos sexos, las aspiraciones ante la jubilación son múltiples: viajar, descansar, conocer gente… en definitiva, tener tiempo para lo que no se ha tenido mientras durante los años de trabajo.
Sin embargo, las mujeres son más propensas a asociar términos negativos a la jubilación, de tal modo que un 27% la identifica con valores como la inseguridad e, incluso, la pobreza.
LA DEPENDENCIA DE LA MUJER HACIA SU PAREJA
Más del 55% de las mujeres cree que su cónyuge será “extremadamente o muy importante” como fuente de ingresos durante su jubilación. Por su parte, los hombres se sienten más seguros en cuanto a la independencia económica (45%). En ese sentido, se podría afirmar que los hombres (5,4) superan a las mujeres (4,5) en cuanto a preparación para la jubilación.
¿CÓMO AHORRAR DE CARA A LA JUBILACIÓN?
Tan solo el 13% de las mujeres cree estar en el camino correcto para lograr los ingresos necesarios ante el periodo de jubilación, frente al 24% de los hombres.
En este sentido, el 24% de las mujeres asegura no poder destinar ninguna parte de sus ingresos actuales a la jubilación, frente al 19% de los hombres.
“A día de hoy, las diferencias en cuanto a salario y condiciones laborales hacen que las mujeres tengan más dificultades que los hombres de cara a prepararse para la jubilación. Equilibrar la balanza y facilitarles el acceso a una jubilación satisfactoria debe ser un objetivo de todos”, afirma Jaime Kirkpatrick, CEO de Aegon España.
