La IA generativa sumará una R a Recursos Humanos: también serán «Robóticos»

El «downsizing» de trabajos que provocará la inteligencia artificial también afectará a los departamentos de gestión de personas en aquellos procesos en los que el algoritmo piense más rápido y mejor. La buena noticia es que la suma de las inteligencias -humana y robótica- les permitirá llevar la estrategia a los distintos procesos del ciclo de vida del talento favoreciendo, para ello, la aparición de nuevos perfiles profesionales dentro de la propia función. La avanzadilla de esta transformación la está ejerciendo el aprendizaje y el desarrollo corporativo, en el que la aplicación de la IA generativa va a imponer un nuevo modelo de diseño, consumo y evaluación de la formación.
Según Agu Remmelg, fundador de la consultora de Recursos Humanos coursy.io, la inteligencia artificial (IA) generativa y los grandes modelos de procesamiento del lenguaje podrían ahorrar hasta el 50 por ciento de los costes de los equipos de Personas y Organización.
En concreto, ha explicado que esta tecnología facilitará una toma de decisiones más inteligente, mejor informada y sin algunos de los principales sesgos de la función en procesos clave dentro de la empresa como la selección, la movilidad o la compensación.
En su opinión, «pronto dejaremos de hablar de Recursos Humanos» y de sus siglas en inglés HR para referirnos a la función como «Recursos Humanos y Robóticos» (HRR en el citado idioma).
Remmeilg, durante su participación en el encuentro internacional Future of HR 2023, ha destacado el capítulo de la formación y el desarrollo de los empleados como el que «mayores oportunidades de crecimiento tiene» gracias a la IA generativa. Por ejemplo, en estos apartados:
- Desarrollo de contenido formativo «sobre la marcha».
- Generación de contenido basado en datos.
- Producción de esquemas.
- Diseño de lecciones.
- Traducción de contenidos.
- Elaboración de pruebas y evaluaciones.
- Feedback en ejercicios.
Las ventajas en ese aspecto de soluciones como ChatGPT es que, hoy por hoy, tienen un nivel de corrección lingüística próximo al 84 por ciento en el caso del español. Esto permite a la máquina responder a multitud de cuestiones abiertas planteadas por los gestores, formadores y alumnos, simulando fórmulas de conversación humana totalmente naturales.
El requisito, según el consultor letón, es entender bien cómo la IA afronta las tareas, da estructura a la información, contextualiza los contenidos, marca restricciones -por ejemplo, sobre los temas que la empresa considera éticamente inapropiados- y da formato de salida a sus contestaciones.
De ahí la importancia de nuevos perfiles profesionales para el área de Recursos Humanos como el «Prompt Engineer», que es la persona que diseña, ajusta «y sabe hacer las preguntas correctas (prompts) para obtener respuestas útiles» de los sistemas de IA generativa.
«Se trata de un experto que puede cobrar al año hasta 335.000 dólares», ha añadido.
Los riesgos
Agu Remmelg ha reconocido que, si no se hace de la manera adecuada, las organizaciones pueden correr importantes riesgos. Por ejemplo, el manejo de contenidos o recursos cuya autoría se ignora y que pueden contener errores, falsedades y sesgos difíciles de detectar.
«O peor aún, manipulaciones», ha añadido.
No obstante, considera que con la implantación progresiva de la inteligencia artificial las organizaciones y los gobiernos irán aprendiendo y marcando las fronteras más adecuadas en cada caso, entendiendo que la velocidad de implantación de esta tecnología está siendo «vertiginosa».
En todos los casos, el mensaje es que «o se adopta [la IA] o te quedas fuera«.
Así, ha explicado que la IA es junto con los drones, la robótica, el Internet de las cosas (IdC) y las tecnologías verdes la principal representante de la sexta gran era de la innovación humana. Atendiendo a la evolución del resto de etapas, Remmelg cree que la presente revolución habrá llegado a su máximo punto de desarrollo en el plazo de 25 años.
Fotografía de Possessed Photography en Unsplash