La evolución del mercado de trabajo, el impacto de la reforma laboral y su enfoque desde RRHH

Jaime Rodríguez25 mayo 20228min

A punto de entrar en el sexto mes, desde la entrada en vigor de la reforma laboral, y con una evolución del empleo mucho más dinámica que el propio crecimiento del PIB, las cifras de contratación en España muestran efectos tanto positivos como negativos. Veamos unos y otros, según el Observatorio trimestral del mercado de trabajo, de Adecco Group Institute. Un estudio que ofrece información y opinión sobre la evolución del empleo en nuestro país, el impacto de las recientes reformas laborales, y el enfoque de estas materias desde la gestión de Personas. Con interesantes apreciaciones sobre la cada vez mayor interacción entre la innovación de RRHH y el marco jurídico laboral, a cargo del Instituto Cuatrecasas de Estrategia Legal en Recursos Humanos. En todo caso, y como señalan sus responsables, tendremos que seguir atentos durante los próximos meses, sobre todo con relación a la creación de empleo neto y a la “calidad” del tipo de contratación promovido por dicha reforma.

Todo parece indicar que la reforma laboral está transformando ya el mercado. Sin embargo, existe entre los expertos un consenso en torno a esperar y ver si la generalización del contrato indefinido –ordinario y, sobre todo, fijo discontinuo– va a producir estabilidad y acabar con la precariedad, tal y como pretenden los impulsores de la reforma. Es un análisis sobre el que habrá que esperar al menos unos meses para dirimir sobre su resultado final. Si bien, debe reconocerse que la contratación indefinida ha crecido de manera exponencial, al pasar del 10% en diciembre de 2021 a cerca del 50% en los meses de abril y mayo de 2022.

El estudio de Adecco confirma el aumento de la contratación indefinida (325,8% interanual) y la reducción de la temporal (-37,0% interanual). La mayor subida se produce en los contratos fijos discontinuos (207.288), que se incrementan en un 158,98% con respecto al mes anterior y los indefinidos (512.967) lo hacen un 58,28%, mientras que los temporales (751.447) disminuyen un 35,11%.

Impacto de la reforma laboral

Por resumir, con respecto a los contratos iniciales, según tramos de edad, son los de 55 a 59 años los que se reducen mayor medida (-19,06%) con respecto al mes anterior, y únicamente aumentan para los jóvenes de 16 a 19 años (+0,57%). Asimismo, se han reducido para los hombres (-5,58%) y han aumentado para las mujeres (+3,67%). Y por demarcación geográfica, se han reducido con respecto al mes anterior para todas las comunidades, a excepción de Baleares (+33,09%) y Cantabria (+5,39%).

Lo más notorio de la reforma tiene que ver con el uso de la contratación de duración determinada. Los contratos de obra o servicio, ya en vía de desaparición, han disminuido un 88,64% con respecto al mes anterior. Sin embargo, los contratos por circunstancias de la producción (que pretenden en parte sustituir a los anteriores eventuales, y en parte cubrir parte del vacío producido por los de obra) han disminuido solo un 8,04%, mientras que los de sustitución (anteriormente interinidad) han disminuido un 23,38%. Además, los de circunstancias de la producción constituyen la mayor parte de los contratos temporales (43,9%).

Parece que el impacto de una norma, que Adecco califica de rigurosa con los contratos formativos, ya se deja notar: los contratos de formación en alternancia (que sustituyen a los formativos/aprendizaje) disminuyen un 33,76% y los de obtención de práctica profesional (antes solo de prácticas) disminuyen un 40,28%.

Evolución de la contratación temporal según modalidad

Un de las claves de este informe es que la duración media de los contratos iniciales ha caído un 22,12% en el mes de abril hasta situarse en los 47 días (frente a los 60 del mes de marzo). En parte, puede deberse al efecto sustitución de los contratos de obra, en vía de desaparición, por fórmulas contractuales de menor duración. Si bien aún parece pronto para este efecto: las diversas fases de transitoriedad de la efectividad de la reforma nos llevarán hasta finales de 2025.

Una mayor presencia de los contratos por circunstancias de la producción de corta duración conduce a pensar que, pese al extra coste de los 27,53 euros, las empresas van a prolongar artificialmente sus necesidades de contratación por imperativo legal, y que el cambio se traducirá en un encarecimiento de las extinciones contractuales, mayores rigideces para la gestión de la contratación, y por ello, menor flexibilidad y competitividad, lo que a la larga redundará en menor creación de empleo.

La evolución de la contratación según la jornada es similar a la producida en la de indefinidos y temporales: con una disminución del 35,76% para los temporales a tiempo completo (503.377) y del 33,77% a tiempo parcial (248.070), mientras que los indefinidos han aumentado un 18,83% a tiempo completo (187.814) pero con un crecimiento mucho mayor, de un 37,08%, en la modalidad a tiempo parcial (117.865).

RRHH y Laboral, de la mano

Respecto a la cada vez más necesaria combinación de la perspectiva de la innovación de RRHH que las empresas necesitan para poder esperar con eficiencia en el negocio y su indudable interacción con el marco jurídico laboral, el estudio –y en su nombre, Guillermo Tena, máximo responsable del Instituto Cuatrecasas de Estrategia Legal en Recursos Humanos, ve cada vez más conveniente armonizar al máximo ambas perspectivas, asumiendo la indudable interacción que existe entre las mismas.

No es conveniente que, desde la perspectiva estratégica de la empresa, se haga una separación entre esos componentes, incluso reconociendo su autonomía técnica y operativa, dado que la evolución de las nuevas tendencias generadoras de modelos de negocios (nuevas tecnologías, cambios demográficos…) hacen la gestión de los RRHH más dependientes de los cambios convenientes en el marco jurídico laboral y viceversa.

Sin embargo, a nadie se le escapa que entre las innovaciones en la gestión de Personas, y que no suelen demorarse en el tiempo, y las modificaciones que se requieren en la regulación laboral, suele existir una dilación temporal apreciable, lo que podríamos denominar como una brecha o gap regulatoria. En efecto, en el contexto de la innovación en el negocio y sus consecuencias organizacionales, ese marco legal suele tener un desfase temporal que se puede alegar que siempre ha existido, pero que ahora, con la aceleración en el cambio que imponen los nuevos modelos de negocio, se hace cada vez más extenso y cada vez más preciso de limitar.

Imagen: 123RF


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