Los procesos de evaluación del desempeño se están implementando de forma desigual y con un impacto menor del esperado, a tenor de la investigación recogida en el VII Informe Cranet ESADE, en colaboración con Mercer. En concreto, su uso es cada vez es mayor como criterio de decisión para la promoción y compensación en puestos directivos y tanto es así que si en el año 2000 se utilizaba en un 60% de las organizaciones ahora lo es en un 90%. Sin embargo, ha bajado en el caso de los empleados.
Asimismo, los resultados denotan un mayor uso de otros métodos de desarrollo profesional como la expatriación —57% alguna o muchas veces— o el mentoring —68% alguna o muchas veces— para altos directivos y, de una forma generalizada la formación, apoyada por el uso de las nuevas tecnologías. Pero incluso en este ámbito los autores del informe llaman la atención sobre el descenso de la inversión destinada a él.
Los procesos de evaluación del desempeño se están implementando de forma desigual y con un impacto menor del esperado, a tenor de la investigación recogida en el VII Informe Cranet ESADE, en colaboración con Mercer. En concreto, su uso es cada vez es mayor como criterio de decisión para la promoción y compensación en puestos directivo y tanto es así que si en el año 2000 se utilizaba en un 60% de las organizaciones ahora lo es en un 90%. Sin embargo, ha bajado en el caso de los empleados los porcentajes.
En cuanto a los agentes que suelen participar en el proceso de evaluación, la información proporcionada por el supervisor inmediato sigue siendo la más relevante en el proceso de evaluación, seguida de la autoevaluación y de la información proporcionada por subordinados o compañeros al mismo nivel (una quinta parte de las empresas encuestadas afirman usar información proporcionada por subordinados o compañeros al mismo nivel en los procesos de evaluación). Este dato sugiere un alza, todavía tímida pero sostenida, de la evaluación 360, posiblemente apoyada en la mayor facilidad que existe actualmente para recoger ese tipo de información a través de herramientas informáticas que garantizan mayores niveles de confidencialidad y facilitan el tratamiento de la información. De todas formas, todavía estamos lejos del 90% de compañías del Reino Unido que, según un reciente estudio de la consultoría de recursos humanos ETS en ese país, utilizan esa metodología.
En líneas generales, el estudio constata un uso cada vez mayor de la información aportada por estos procesos de evaluación en la toma de decisiones en distintas áreas. Así, más del 70% de empresas declaran usar la evaluación del desempeño para evaluar las necesidades de formación, fijar salarios y desarrollar acciones relacionadas con planes de carrera, y un 30% de empresas la enlazan con los planes de carrera.
