La Asociación Española de Directivos de Responsabilidad Social (DIRSE) y la consultora especializada en el diseño de herramientas para la integración de la ética en la gestión y la cultura corporativa beethik, han presentado las conclusiones de su estudio sobre “El estado de la gestión ética en nuestras organizaciones. Tendiendo puentes entre el propósito y la acción”. El informe ha tenido en cuenta una muestra de 100 empresas de distinto tamaño y titularidad, repartidas por toda España.
En las organizaciones existe una brecha entre lo que se dice en las declaraciones (el propósito) y las decisiones que tomamos en el día a día.
“Disponemos de una gran fortaleza: la mayoría de las organizaciones han definido su propósito, sus valores y principios de actuación y todo eso son aspectos que orientan a la acción y definen las bases de lo que queremos ser”, declara José Antonio Lavado, cofundador de beethik.
Por el contrario, existen puntos flacos en las organizaciones a la hora de incorporar la ética:
- Aplicar la ética en la toma de decisiones.
- Desarrollar un sistema de indicadores de gestión ética (coherencia percibida, confianza de los grupos de interés, etc.).
- Gestionar el talento ético de los equipos.
- Estructurar el diálogo con los grupos de interés para la consecución de relaciones de confianza.
La oportunidad que ponen de manifiesto los autores del estudio es la de integrar la ética en los sistemas y en la cultura herramientas de gestión ética para fortalecer la coherencia, la credibilidad y la confianza que dan legitimidad para actuar. No olvidemos que el gran reto de las organizaciones es reducir la brecha entre lo que dicen en sus declaraciones, lo que hace en el día a día y lo que percibe el mercado.
Como se puede apreciar en el gráfico, para reducir esta brecha disponemos de una serie de herramientas y recursos que nos ayudan a mejorar en las cinco dimensiones de la ética de las organizaciones:
- Cómo nos organizamos y gobernamos: reforzar el compromiso ético en nuestras declaraciones
- Cómo tomamos decisiones: aplicar la ética en la toma de decisiones
- Qué queremos ser: desarrollar el talento ético de nuestros equipos
- Cómo y con quién nos relacionamos: estructurar el diálogo abierto con los grupos de interés
- Qué impacto generamos: definir indicadores para hacer el seguimiento y evaluar los avances en la gestión ética de nuestras organizaciones.
“La ética no es algo que se cumpla o no se cumpla, es una forma de incorporar nuestros valores y nuestro propósito en todo lo que hacemos, por eso planteamos un viaje hacia la ética,” aclara Nekane Navarro, cofundadora de beethik. Esta metáfora sirve para ilustrar detalladamente cada uno de los pasos que debe seguir una organización para incorporar la ética a su cultura.
El estudio evidencia que no hay dos viajes iguales. Cada organización deberá planificar y realizar el suyo propio. Capacitar a sus equipos, organizar las etapas y dotarse de recursos, prepararse para tomar las mejores decisiones ante situaciones difíciles, dialogar con las personas implicadas o afectadas por el impacto que genera en el viaje, elegir herramientas para detenerse y evaluar que se sigue la ruta más adecuada y rectificar cuando sea necesario.
Carlos Saiz, presidente de Cumplen (Asociación de Profesionales de Cumplimiento Normativo), destacó la importancia de elegir buenos compañeros de viaje, en línea con la metáfora que introducía el estudio de beethik. Y Elena Valderrábano, directora global de ética corporativa y sostenibilidad de Telefónica, afirmó que lo primordial es el destino del viaje, a dónde pretende (en términos éticos) llegar una organización.