Reforzar la “economía de la longevidad” obliga a conciliar la sostenibilidad financiera del sistema para el futuro con el mantenimiento de un nivel de pensiones adecuado y digno. Y ello tanto es más importante cuanto el sistema de pensiones seguirá siendo la fuente de ingresos más importante para los pensionistas españoles en el medio plazo.
En torno a esta idea ha transcurrido el último de los Consejos Consultivos de Sagardoy Abogados en el que han participado el Secretario de Estado para la Seguridad Social, Tomás Burgos, y el Director General de ordenación de la Seguridad Social, Rafael A. Barberá de la Torre, así como un grupo de DRH de importantes empresas españolas como Inditex, Ferrovial, Banco Santander, Iberia, ING, Bankinter, Citroën, Prosegur, Acarl, Randstad, Abbott, Aedipe, Anepa, People Matters y Audelco.
Los 3,2 millones de afiliados que el sistema público de pensiones ha perdido durante la crisis económica, unido a los problemas demográficos y de envejecimiento, están tensionando la caja de Seguridad Social que, no obstante, en palabras de Tomás Burgos, mantiene su fortaleza.
Asimismo, el Secretario de Estado ha recordado que el conjunto de gastos del sistema alcanzará en 2013 el 10,1% del PIB, por lo que se requiere de un esfuerzo colectivo muy notable, así como de nuevas medidas de racionalización y adaptación, desde la perspectiva de un sistema más coherente y equitativo. Burgos ha señalado que estos son los objetivos a los que apunta la línea de trabajo de la Seguridad Social, centrada fundamentalmente en el desarrollo de un factor de sostenibilidad que garantice las prestaciones de hoy y del futuro, la lucha contra el fraude y la promoción del envejecimiento activo.