La pasada semana, con motivo del Día Europeo de las Pymes, tuvimos ocasión de conocer el buen papel que está jugando España en lo que a transformación digital se refiere. De hecho, ocupa la decimoprimera posición en la clasificación DESI (Índice de la Economía y la Sociedad Digitales) de la UE-28, y progresa de forma notable en su transición digital. Y aunque es natural observar una tendencia ascendente a medida que los países van avanzando en la adopción de las nuevas tecnologías digitales, entre 2015 y 2021 España ha progresado relativamente rápido en relación con el promedio de la UE. No obstante, según el estudio Adaptación Digital 2022 de IEBS Digital School, solo 1 de cada 4 empresas españolas está realmente a la vanguardia de la digitalización.
Se trata del informe que empleará la propia Comisión Europa para medir el éxito del Plan de Recuperación Next Generation. Pues bien, según la clasificación DESI, somos el cuarto país (después de Irlanda, Países Bajos y Malta) que ha experimentado el mayor incremento en las diferentes ratios de esta estadística en los últimos cinco años.
Este progreso acelerado está permitiendo a España reducir la brecha que teníamos hasta hace poco en relación con los países nórdicos, que son los verdaderos líderes en digitalización dentro de la Unión Europea.
Nivel y ritmo de avance notables
Cuando hablamos de digitalización no nos referimos solamente a ciertas tecnologías fundamentales para suavizar shocks de alcance global, como el de la pandemia que aún vivimos. La digitalización es una transformación clave en la actual revolución industrial; la que nos traerá la llamada Industria 4.0. ¿En qué situación está España en este ámbito? Un buen diagnóstico de la situación real era considerablemente valioso para la asignación de los fondos de recuperación europeos, en aquellas áreas cuya digitalización reportase mayores retornos económicos a corto y medio plazo.
De ahí este estudio que nos permite compararnos con los principales países de la UE. Se trata de un indicador sintético que tiene en cuenta cinco pilares: conectividad, capital humano, uso de servicios de internet, integración de la tecnología digital en las empresas y servicios públicos digitales.
A pesar del optimismo de este índice de la Comisión Europea, según el estudio Adaptación Digital 2022 de IEBS Digital School, solo 1 de cada 4 empresas españolas está a la vanguardia de la digitalización. Para esta escuela de negocio digital, si bien obtenemos un buen resultado en materia de servicios públicos digitales y en conectividad (con algunas diferencias entre zonas urbanas y rurales), en la parte humana ocupamos el puesto número 12. Por lo que existe todavía mucho que hacer, especialmente en cuanto a la falta de especialistas en tecnologías de la información y de las comunicaciones (TIC).
Realmente a la vanguardia
Por lo que esta escuela de negocios digital propone 10 consejos para encarar la transformación digital en las pymes:
- Analizar a los clientes digitales. Muchas organizaciones empiezan su transformación digital centrando su atención en la competencia, sin embargo, para obtener ventajas competitivas, el foco de atención debería estar en los hábitos digitales de sus clientes. Descubre cómo, cuándo y dónde se informan para tomar una decisión de compra.
- Transformar la cultura de la empresa. Desde dentro, es necesario adoptar una nueva manera de hacer las cosas, nuevos procesos y modelos organizativos para que los propios trabajadores se comprometan a plantar cara los desafíos de la digitalización.
- Definir un plan de acción. Es decir, definir la forma en que se va a trabajar, reclutar a las personas clave que permitirán a las empresas seguir esta línea de trabajo y buscar ayuda externa, como consultar asesores y expertos o concertar reuniones con startups.
- Formación. Para encarar la transformación digital de una empresa es importante conocer el entorno digital. En este sentido, es recomendable compartir tiempo con emprendedores y startups, ya que crean ideas innovadoras y pueden ser de gran ayuda para las compañías. Es necesaria una capacitación digital a través de programas de formación ágiles para que las personas clave tengan los conocimientos básicos y una visión digital. Esta formación debe ser continua y adoptar las novedades que vayan surgiendo.
- Metodologías ágiles. En la digitalización se debe apostar por metodologías ágiles que ayudan a generar organizaciones más líquidas capaces de adaptarse rápido a entornos BANI (brittle, quebradizos; anxious, ansiosos; non-linear, no lineales; incomprehensible, incomprensibles), y que permiten probar distintos métodos, prototipos y productos mínimos viables (PMV), y obtener datos y mejorar los productos y servicios según el feedback de los consumidores.
- El dominio de los big data. Se podría decir que los datos son como el petróleo de la información, se traducen en oportunidades económicas. Las empresas se encuentran buscando datos para no quedarse a un lado en la transformación digital y los especialistas en la digitalización de la información cobran protagonismo en este boom digital. La interpretación de estos datos lleva a saber dónde está la demanda y la oferta. Sin embargo, para que no se produzca una intrusión en los datos de los usuarios, es necesario ofrecer un producto con un valor añadido y controlar al máximo la información a la que se tiene acceso.
- La innovación. Es importante encontrar un espíritu innovador en todos los departamentos de la empresa, apostando por nuevas ideas y sin temer al fracaso, pues la innovación más efectiva es la que surge de la cultura de prueba y error en que todo fallo sirve para mejorar.
- La reputación online. Se entiende la reputación online como el reflejo o el prestigio de una persona o una marca en Internet. A diferencia del modelo tradicional en el que la marca puede generar su reputación a través de los medios publicitarios, la reputación online no está bajo su control, sino que se va creando a partir del resto de personas que se comunican y aportan sus opiniones.
- Las personas ya no quieren leer, sino recibir pequeñas cápsulas de información (preferiblemente en formato audiovisual), que puede ser convertido en contenido viral compartido en las redes sociales.
- Medir resultados. Muy ligada a la fase anterior, es bueno dotar a las empresas de capacidad de almacenar datos (tanto internos como externos) que permitan tomar las mejores decisiones para la organización y así hacerla más competitiva.
Puedes descargar el informe de IEBS Digital School completo pulsando el siguiente enlace:
Imagen: UnSplash
