Hay noticias que se entienden mejor juntas. O al menos teniendo ambas a mano, por si acaso. Por ejemplo, al hecho de que más de la mitad de los trabajadores de nuestro país (en concreto, el 56% de nuestra población activa) consideren el crecimiento personal como clave para cambiar de trabajo, es preciso añadirle un “sin embargo, no lo van a hacer por…», para evitar más de un disgusto. Y ese “por…» no es otro que 9 de cada 10 (o para ser precisos, un 96%) de los españoles tiene una gran dependencia profesional. Esto es, miedo a perder una nómina o un salario a fin de mes, sintiéndose incapaces de pensar siquiera en dejar el empleo, por mucho sufrimiento que le suponga a nivel físico, psicológico y social. Ya no digamos para mejorar su carrera.
Hablamos en este caso de dos encuestas que han visto la luz de forma más o menos simultánea. La primera forma parte de un estudio elaborado por GoodHabitz, en colaboración con la agencia de investigación Markteffect, que ha preguntado, tanto a trabajadores en activo de entre 25 y 55 años de empresas españolas y del esto de Europa, y también a sus responsables de RRHH, sobre las oportunidades de desarrollo e impulso del talento en sus organizaciones.
Contar con herramientas y programas adecuados para hacer crecer el talento dentro de las compañías, e impulsar el crecimiento personal de los empleados es de vital importancia para conseguir su retención. El talento es hoy un bien muy escaso y motor del desarrollo y de la innovación de las compañías.
Oportunidades de desarrollo
Pues bien, según este estudio, a pesar de que el 68% de las empresas considera que la formación contribuye favorablemente al desarrollo personal de sus plantillas, no todas ofrecen oportunidades de desarrollo adecuadas a sus equipos. Tal y como se desprende de la encuesta, el 71% de los empleados españoles no perciben que las formaciones online que reciben de sus empresas tengan un valor sustancial. Y este porcentaje es un 4,4% superior a la media europea.
Los empleados prefieren formatos online o híbridos frente a los presenciales. En concreto, 2 de cada 5 encuestados se decantó por el formato 100% online, la misma proporción de empleados que apostó por la fórmula híbrida como su preferida. La razón tras esta predilección tiene que ver con la digitalización de las empresas y la expansión y normalización del teletrabajo, que ha cambiado los hábitos y reforzado las habilidades digitales de los empleados. También con uno de los principales beneficios que se asocian con el aprendizaje digital: la flexibilidad.
Además, el 82% de los empleados españoles cree que recibir oportunidades de crecimiento (personales y profesionales) por parte de sus empresas influye en su satisfacción laboral. El 86% considera que influye directamente en su bienestar laboral. Es uno de los factores que se enumeran, entre otros, como el ambiente de trabajo (89%), la sensación de autonomía (86%) y la relación con sus mánager (86%).
En este sentido, el 59% de los empleados encuestados considera que la oferta de oportunidades de crecimiento es un factor indispensable a la hora de seleccionar a su empresa empleadora. Otros factores que impactan en la selección de una empresa empleadora son los contratos indefinidos (65%), las oportunidades de conciliación (63%) y el ambiente laboral y el salario igualados, con un 62%.
Grado de dependencia profesional
La paternidad de la segunda corresponde a la consultoría Hiwook, que ha llevado a cabo un estudio entre más de un millar de trabajadores para identificar el grado de dependencia que tienen los españoles a su puesto de trabajo y los factores que se esconden tras ello. Y revela que la mayor parte de las personas la sufren: el 44% tiene una dependencia profesional alta, y más de la mitad (52%), moderada. Solo un 4% asegura que no tiene esa supeditación profesional o que la sufre en un grado muy bajo.
La dependencia profesional es la incapacidad de tomar decisiones sobre su propio desarrollo laboral de forma absolutamente libre, y dirigidas hacia el bienestar y satisfacción plena de la persona con su carrera. En pocas palabras, la persona toma las decisiones sobre su trayectoria profesional en función de lo que la sociedad, familiares, amigos, jefes, compañeros… han dicho que sería lo mejor para ella.
Los resultados de esta encuesta dejan claro que la dependencia profesional se da independientemente del nivel de formación y con unos resultados muy similares. Aunque por género, las mujeres (47%) tienen más dependencia profesional alta que los hombres (37%).
Los puestos de alta dirección (23%) y las personas que trabaja por su cuenta (32%) tienen mucha menos dependencia que los puestos de mando intermedio (41%), administrativo (57%) o de técnico (45%). Y en lo referente a su tamaño, las empresas más pequeñas (60%) tienen un mayor número de personas con dependencia profesional alta que las pymes (44%) o las de más de 250 empleados (40%).
Finalmente, y como dato curioso, la muestra de personas que tiene teletrabajo (37%) tiene menos dependencia de los que no pueden teletrabajar (45%).
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