Invertir en I+D+i también es hacerlo en formación

No hay un único Talón de Aquiles en la economía española, pero uno de los que más pesan es su “pereza” a la hora de invertir en innovación. Según el Informe Anual del Banco de España, en esta materia estamos un punto porcentual por debajo de las economías más dinámicas de la UE y ello se traduce en 10 puntos menos en tasa de empleo. Ergo… si convergiéramos con una inversión similar generaríamos 2 millones de empleos.

 

La realidad es que la innovación es una de las formas en las que se expresa el conocimiento y si éste no se actualiza difícilmente puede generar valor añadido.

 

En España, y según datos del Observatorio de la Formación Profesional en España de Caixabank y Dualiza, la inversión en formación por trabajador presenta una evolución desigual entre 2019 y 2021, periodo en el cual el gasto pasó de los 77,48€, a los 55,57 € y a los 60,51€ (la pandemia impuso un parón del que todavía no hay datos registrados, así como tampoco de la evolución posterior).

 

Fuente: Observatorio de la Formación Profesional, 2023.

 

También una investigación del BCG Henderson Institute cuestiona el discurso al uso enarbolado por las empresas de “nuestro mayor activo son las personas”: “Aunque las empresas líderes gastan hasta el 1,5% de sus presupuestos anuales en aprendizaje y desarrollo de habilidades (comparable a lo que muchas empresas gastan en programas de transformación o TI), sus líderes no hablan sobre el desarrollo de habilidades de la misma manera que lo hacen con otros objetivos. Nuestra investigación muestra que pocas empresas vinculan el desarrollo de habilidades con la estrategia o informan sobre cómo administran las habilidades de la misma manera que lo hacen con otros activos importantes”.

Su análisis toma como referente los informes anuales y los informes ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) de 88 empresas líderes elegidas de las clasificaciones de Fortune de las 50 empresas más grandes de EE. UU. y los 50 «mejores lugares para trabajar». Y el objetivo es ver cómo estas empresas describen sus esfuerzos de desarrollo de habilidades y los KPI que aportan.

 

El sorpasso de la DEI a la formación

Los resultados hablan de una escasa prioridad del desarrollo de habilidades en la estrategia corporativa. “De los informes de empresas que analizamos, el 20% no incluye ninguna mención al aprendizaje o desarrollo de habilidades, y en muchos otros el tema solo se aborda en un párrafo genérico sobre RRHH o responsabilidad social.

 

La consideración que se le da a las habilidades en la actualidad se compara con la atención que se le dio a la diversidad, la equidad y la inclusión (DEI) hace unos 15 años. Ahora, no es raro que una empresa dedique de tres a cinco páginas a DEI, incluidos los detalles sobre la medición y los compromisos, y las historias individuales de los empleados”.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fuente: BCG Henderson Institute, 2023.

 

Otras conclusiones:

• Solo el 24% de los informes corporativos ubican los esfuerzos de desarrollo de habilidades en el contexto de la estrategia corporativa, y los que lo hacen describen estos esfuerzos de manera simple y cualitativa, por lo general analizando las prioridades estratégicas y haciendo referencia al desarrollo de habilidades en este contexto. Solo unas pocas empresas indican que tienen un proceso estructurado para pronosticar las brechas de habilidades en función de las necesidades comerciales corporativas.
• Menos del 15% de los líderes creen que el aprendizaje constituye una parte central de la estrategia comercial general de su empresa y considera que el desarrollo es una iniciativa de recursos humanos en lugar de estar estrechamente integrado con la estrategia corporativa.
• Las empresas hablan sobre el proceso que siguen para desarrollar las habilidades de los trabajadores, pero pocas revelan los resultados que logran. Cuatro de cada cinco empresas informan sobre métricas de procesos relacionadas con la formación pero con métricas que dicen poco sobre su impacto (horas impartidas o número de asistentes).
• Solo el 4% de las empresas informa sobre los resultados en términos de resultados comerciales (como una mayor productividad o la aplicación de una nueva herramienta en el trabajo) o resultados de talento (como un mayor compromiso de los empleados o la empleabilidad de los participantes).
• Solo el 36% de las empresas informa sobre los recursos financieros que dedican al desarrollo de habilidades, y las que lo hacen en su mayoría lo posicionan como un coste -asimilable al de mantenimiento en otras áreas- y rara vez como una inversión en capacidades futuras.

 

Más formación para más cualificación y versatilidad

 

Volviendo al territorio patrio, el informe del Banco de España abunda en nuestros retos de competitividad y productividad, y evidencia la correlación entre el PIB de un país con su inversión en I+D+i.

 

 

 

 

 

 

 

Fuente: Informe Anual Banco de España, 2023.

 

La formación es, pues, el factor que potencia la fórmula I+D+i en el actual contexto de cambios demográficos y tecnológicos y de transición ecológica y digital de las economías mundiales.

 

“La dotación de capital humano es un determinante fundamental de la productividad, la capacidad para innovar y el empleo -explica el informe-. El nivel de capital humano y, en particular, la formación tecnológica y las competencias digitales de la población están estrechamente vinculados a la absorción de conocimiento y a la capacidad innovadora de la economía». En los próximos años se prevé una gran reasignación sectorial y ocupacional del empleo, y el Banco de España advierte que «su desarrollo será más costoso en presencia de deficiencias educativas y formativas en la población en edad de trabajar que limiten su empleabilidad”.