El rediseño de las políticas corportativas a raíz de la pandemia ha abierto las puertas a la flexibilidad para establecer los horarios y el lugar de trabajo. A partir de ahí, las modalidades y las opciones son tantas como las personas que forman parte de la organización y sus circunstancias vitales. A todo lo anterior debe sumarse las condiciones impuestas por el tipo de actividad y negocio que se lleve a cabo y las características y demandas del ritmo de trabajo.
Bloomberg ha intentado arrojar algo de luz sobre la cuestión y establecer patrones de preferencias a través de consultas realizadas a decenas de trabajadores.
Si bien existen empleados que priorizan el contacto directo con sus compañeros y los beneficios asociados a las relaciones personales en la oficina, como el intercambio ideas cara a cara y el establecimiento de una cultura de empresa en persona, otros se inclinan por opciones más flexibles incluso que las proporcionadas por los modelos híbridos que se ofrecen desde las compañías. Las personas que trabajan en proyectos prefieren trabajar desde casa. Si existe la opción de escoger, las cargas familiares, la distancia que se debe recorrer hasta el puesto de trabajo y los rasgos de personalidad pueden inclinar la balanza hacia el hogar o la oficina.
- Cuando se les da a elegir, la mayoría de los oficinistas prefieren dos días a la semana en la oficina.
- Los empleados a los que les gustan los tres días a la semana son predominantemente gerentes, empleados orientados al cliente y aquellos con equipos de trabajo numerosos.
- De todos los empleados encuestados, solo una persona prefirió cinco días en la oficina debido a que las condiciones del hogar no son propicias para trabajar.
Los empleados dicen escoger sus días de trabajo presencial en función de las necesidades de la organización, pero el ritmo de trabajo individual condiciona en gran medida esta elección. Los trabajadores consultados eligen el lugar donde sus lunes serán más productivos y comenzar la semana en la oficina puede facilitar una transición más eficaz hacia un desempeño óptimo. Del mismo modo estar presente los últimos días puede ayudar a los equipos a finalizar las tareas semanales en persona, si bien parece que trabajar los viernes desde casa para comenzar el fin de semana a primera hora de la tarde se ha convertido en el hábito definitivo que ha traído consigo la pandemia.
Independientemente de los días concretos que el trabajador pasa en la oficina, el diseño de un horario ideal por parte del trabajador es ahora más accesible que nunca, dando lugar a jornadas más atípicas.
