Eurobasket 2022: Cuando el peso de la marca te da alas

Maite Sáenz26 septiembre 20228min

Por Rafa Cera, especialista en dirección de organizaciones y personas.- El Eurobasket 2022 celebrado en Alemania nos ha dejado toda una lección de cómo el grupo se impone al individuo a la hora de productividad y consecución de logros. En concreto, nuestra selección española es la que más ha aportado en esa lección y de la que mas cosas podemos extrapolar al mundo de la empresa, de la organización en general.

Acudía la selección española a este Eurobasket con un equipo de transición, con mucho menos talento y experiencia que en ediciones anteriores, donde siempre habíamos triunfados (más de 11 veces seguidas habíamos llegado a semifinales), pero también con la consecuente de rémora de ser España país referente en el baloncesto europeo y mundial. Es decir, España iba al campeonato con menos recursos pero con el prestigio ganado y, por tanto, casi con la obligación de hacer un gran papel, ya que nuestro país se había ganado ese estatus en sus anteriores actuaciones. Sin embargo, no todos creían (creíamos) en que pudiera hacer un buen campeonato, de hecho, muchos de los que amamos el básquet hablábamos que se daría la bajada en el nivel de los logros habitual que se da cuando el núcleo de la selección con más talento de la historia en España dejara el equipo. Todos esperábamos una época de resultados mediocres como había pasado con otros países; yo lo llamaba la travesía del desierto obligatoria, ya que los jugadores con los que contamos ahora son de menos talento, más jóvenes y con mucha menos experiencia competitiva. Y si además añadimos que son herederos de un historial que exige mucho, muchísimo, tienen un añadido de presión para el grupo y para su desempeño.

Comienza el campeonato y la selección española nos sorprende a todos/as ganando partido tras partido, y así hasta su aparición en la final, después de superar a equipos con más talento, con más figuras y con más experiencia. La capacidad competitiva de España ha sido asombrosa, mandando en muchas etapas de los partidos, sobreponiéndose a situaciones complicadas en los mismos y cuando parecía que la derrota era inevitable, pero siempre manteniendo la misma premisa en sus jugadores y cuerpo técnico, que no es otra que creer y poner la voluntad, talento y fuerza del grupo a merced de esta creencia en la victoria, de tal forma que, hasta la final, siempre la consiguieron.

Cosas que podemos aprender y que son aplicables a cualquier organización o empresa:

  • El equipo está por encima de las individualidades. La fuerza que ejerce el convencimiento de grupo puede a cualquier tipo de individualidad, por muy excelente que ésta sea.
  • Se hace necesario un nivel de talento para alcanzar los logros, pero el convencimiento es el que potencia dicho talento.
  • El grupo cuando está unido por valores, políticas y objetivos, actúa con mayor eficiencia que si no son comunes estas circunstancias.
  • El peso del valor de marca responsabiliza y compromete a los encargados de conseguir logros para ésta.
  • Se necesitan grupos heterogéneos en cuanto a talento, potencial, disciplina para alcanzar las metas; la diversidad es poder.
  • Es muy importante que existan referentes de la marca en el grupo que plasmen, apliquen, transmitan, evolucionen los valores y Rudy Fernández lo ha sido este referente en esta ocasión.
  • Todos en el grupo tienen un rol que han de desempeñar de forma rigurosa y eficiente. Ese rol tiene que estar perfectamente definido y asumido por los miembros del grupo, así como por su responsable, ya que es el encargado de llevar a la buena práctica ese rol de cada cual.
  • Los dirigentes del grupo tienen que mimetizarse con el resto del equipo, desde sus responsabilidades y cumpliendo su rol, que no es otro que aportar soluciones a situaciones, motivación del grupo y poner el valor el talento del resto del equipo.
  • En el grupo debe existir un máximo dirigente que sea paraguas del grupo, pero debe estar acompañado por especialistas en determinados temas que le ayuden a dar sentido a su trabajo. Es el máximo responsable y el que gestiona, determina, motiva, regula, controla, define el trabajo del grupo. El entrenador de la selección en este campeonato, Sergio Scariolo, es el que más ha brillado como líder de grupo con diferencia, quizás porque se ha necesitado más de su función por el menor talento del grupo, pero ha tenido la capacidad de meter a los jugadores en la dinámica adecuada para conseguir objetivos, definiendo roles, establecido planes de partido, regulando el tempo de los partidos, exigiendo a cada miembro del grupo el cumplimiento de su papel, etc…
  • Creer en la fuerza que posee el grupo y en las metas que se pueden alcanzar es el “motor” que potencia todo lo comentado hasta ahora. Al grupo hay que obsesionarlo con creer, no como quimera o ilusión, sino como parte del repertorio de recursos que disponemos y que debemos poner de parte del grupo

Los que vivimos el básquet desde hace mucho tiempo y tenemos devoción por la selección española, la mayoría fuimos muy miopes cuando solo miramos los recursos con los que acudíamos al campeonato; era evidente que no estaban a la altura de otras ediciones, por lo que era lógico pensar que no teníamos ninguna oportunidad de hacer un buen papel, pero obviamos el poder de los valores de grupo que mueven a cada jugador de esta selección cuando los interiorizan, valores que están muy vigentes porque, tanto el equipo técnico como algún miembro reseñable de la vieja guardia (Rudy), los han preservado, cuidado, trasmitido y mostrado en el vestuario y en la pista. Sin duda esos valores compartidos han sido causa determinante para el magnífico resultado que la selección ha obtenido.

La selección española de baloncesto ha vuelto a darnos una lección de funcionamiento de grupo de alto rendimiento, así de cómo se ha de gestionar y comportar éste para alcanzar altas metas. No es la primera vez que lo hace esta selección, ya lo ha logrado muchas otras veces, la primera en el mundial de 2006. Hay mucho que aprender de esta selección, de su pasado, de su presente y también de su futuro. Podemos sin duda aplicar muchas de las circunstancias que os comento para potenciar nuestro equipo de trabajo, no es fácil pero si muy, muy rentable. La fuerza del grupo no tiene limites.

Photo by Markus Spiske on Unsplash.


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