El Secretario de Estado de Seguridad Social, D. Tomás Burgos, compartió con una amplia representación de las más importantes compañías españolas un desayuno-coloquio organizado por Towers Watson. El objetivo del mismo fue poner en común la visión que tanto la Administración como el tejido empresarial tienen de los nuevos retos a los que se enfrentan tanto el sistema público de pensiones como los sistemas complementarios de previsión social.
Los objetivos principales a alcanzar en el sistema público de pensiones según Burgos son la estabilidad financiera del sistema, la lucha contra el fraude y trabajar en las reformas normativas que potencien la prolongación de la vida laboral y afronten el envejecimiento demográfico.
Para el Secretario de Estado el principal el verdadero riesgo es no hacer nada; quedarse de brazos cruzados. El envejecimiento de la población es solo uno de los pequeños riesgos a los que nos enfrentamos. Desde el inicio de la crisis se han perdido más de tres millones de afiliados y Burgos destacó que el verdadero reto es adaptar el sistema al contexto social y económico.
Durante el debate surgió la idea de dotar de un marco laboral y fiscal más favorable y sobre todo, más estable, para ayudar a las empresas a implantar sistemas de previsión.
En cuanto a los sistemas complementarios, Burgos es consciente de su oportunidad y de la necesidad de su desarrollo, sobre todo para abarcar de verdad a todo el tejido empresarial, incluyendo a pymes y autónomos, y no sólo a la gran empresa. “Los adversarios de los sistemas complementarios son los otros sistemas de ahorro a largo plazo (vivienda, fondos de inversión, etc.) pero nunca el adversario debe ser el sistema público”, argumentó. La transparencia y la eficiencia deben ser los principios inspiradores de los sistemas complementarios.
Gil de Rozas señaló que “los ajustes en la Seguridad Social van a coincidir en el tiempo con la toma de medidas para el desarrollo de la previsión social complementaria que establece la legislación, por lo que el Gobierno tendrá que hilar fino en su estrategia de comunicación a la ciudadanía para que no se planteen debates demagógicos que dificulten los cambios en ambos sistemas”.
