Mario Sikora, Presidente de la Asociación Internacional del Eneagrama y autor del libro “Conciencia en acción”, ha visitado España de la mano de Eneyda y ha sido invitado por Fundipe a impartir, en Esade Madrid, la conferencia “La gestión de la diferencia”. Sikora utiliza el eneagrama como modelo para el cambio y la mejora no sólo personal sino también organizativa pues, como ha afirmado durante su charla, se trata de una metodología que permite la adaptación a las demandas del entorno.
El eneagrama no es tan popular como otras metodologías del tipo Myers Briggs pero en la práctica ha demostrado tener aplicaciones directas en lo que concierne a la inteligencia emocional, la comunicación y gestión de conflictos, el encaje de equipos, el liderazgo y el coaching. Se trata de un modelo descriptivo y prescriptivo de lo que se necesita para abordar un cambio positivo de la personalidad, “pero no es un modelo predictivo en ningún caso”, ha explicado Sikora. Lo que hace el eneagrama es “ayuda a introducir cambios en las personas a través de cambios en su percepción del mundo que les rodea”. Y para ello, ha de partir siempre de la autorreflexión: “El punto de partida del cambio pasa por anteponer la conciencia a la acción, porque así prestaremos atención a lo que hacemos y, sobre todo, a cómo lo hacemos; eso nos hace conscientes de nuestros ‘pilotos automáticos’ y de la lógica con la que revestimos a nuestros comportamientos. De ahí surgen nuestros conflictos ante el cambio”.
Aplicado al ámbito organizativo, el experto recomienda trabajar el eneagrama siempre dentro del esquema de valores de cada compañía, porque de lo contrario fracasará: “No se trata de analizar los valores ni los comportamientos sino de canalizarlos de manera que tengan sentido para ella”. Y también en su aplicación empresarial sus recomendaciones pasan por no utilizar modelos de personalidad (como el eneagrama) para hacer evaluaciones predictivas orientadas a la promoción ni tampoco para organizar equipos; “sí es válido para ver si los roles están balanceados o si están orientados hacia un tipo u otro dentro de los nueve roles del eneagrama”.