El ticket transporte sale a cuenta

Con exenciones fiscales de hasta 1.500 euros anuales (136 mensuales) y sin cotización a la Seguridad Social, los tickets de transporte están experimentando un auge en las empresas que utilizan la retribución flexible como herramienta para valorizar la relación con los empleados. Así se ha puesto de manifiesto en la jornada “Beneficios empresariales del cheque transporte” organizada por la Cámara de Comercio de Madrid con el apoyo de Edenred y de Cheque Gourmet.

Frente al impacto medioambiental que tiene el desplazamiento en vehículo privado, grandes ciudades como Madrid y Barcelona disponen de modelos de transporte privado que facilitan el acceso a los grandes núcleos de trabajo y que, con la regulación normativa de los vales de transporte, suponen una alternativa económicamente interesante y socialmente responsable. Es necesario “pensar en un cambio de patrón modal para ir al trabajo”, ha advertido Manel Ferri, responsable del Departamento de Movilidad de la Secretaría de Medioambiente de Comisiones Obreras (CC.OO.), para quien la cifra de desplazamientos laborales en vehículo privado (más de 2/3 del total) invita a optar por hábitos de transporte sostenibles. Dicho cambio, a juicio del sindicalista, pasa por la incorporación del abono transporte a los convenios colectivos y de los planes de movilidad a las empresas.

LA EXPERIENCIA DE META4

En el marco de su política general de conciliación y flexibilidad, esta empresa tecnológica incorporó, en enero de 2014, los tickets transporte a su sistema de retribución flexible, respondiendo a la demanda expresada por sus empleados en las encuestas internas. “No pensamos en la retribución flexible como sólo cómo optimización de los salarios ante la crisis sino sobre todo por el beneficio mutuo que reporta a la empresa al atender a la persona en su contexto global”, ha explicado Miguel Ángel Martín, responsable de Administración de Personal de la compañía.

Miguel Ángel ha enumerado los beneficios obtenidos, entre los que ha destacado los siguientes:

• mayor neto anual sin aumentar costes salariales.
• mejora de la productividad.
• aumento del orgullo de pertenencia.
• atracción de talento, aumento la satisfacción y, por lo tanto, mayor compromiso.

Y entre los riesgos ha querido incidir en:

• Las consecuencias de una incorrecta comunicación sobre el funcionamiento del sistema o lo que llama “el peligro de la ilusión monetaria” (cobrar menos neto al mes sin tener la perspectiva del ingreso anual).
•  El excesivo tiempo y recursos dedicados a la gestión. “Es recomendable abrir plazos de adhesión una o dos veces al año” para tener el sistema bajo control, recomendó.

Finalmente, también ha querido llamar la atención sobre los perfiles hacia los que debe estar dirigido este tipo de beneficios, explicando que “puesto que la optimización es a un año vista, se ha de apuntar a aquellos usuarios con una relación contractual estable. No es viable para autónomos”.

UNA ALTERNATIVA AL PLUS DE TRANSPORTE

Tal y como ha reconocido Ferri, “no hay ningún plus de transporte que cubra el coste real de desplazamiento en vehículo privado” y por ello el ticket transporte puede ser una vía de reconversión de los mismos más rentable para el trabajador porque, además, los pluses sí tributan. No son, necesariamente no son excluyentes pero es su evolución natural a la que se ha de llegar previa negociación colectiva para modificar el convenio.

La ayuda no cotiza a la Seguridad Social hasta el 20% del IPREM mensual vigente (532,21€ en 2013). El límite exento en 2013 es de 106,44€ mensuales. El tope exento del IRPF para el empleado es de 136,36 € al mes.