El propósito no es un intercambio sino una relación que se construye creando vínculos a largo plazo en torno a un porqué común, una “razón de vivir” que es compartida y que ilusiona. Por eso “una misión sin propósito es una misión sin ilusión”. Así lo ha afirmado Pablo Cardona, decano de la Facultad de Empresa y Comunicación UNIR, durante la celebración del 8º Simposio Empresas con Rostro Humano, co-organizado por la Fundación DPMC y la Cátedra de Dirección por Misiones y Propósito Corporativo de la Universidad Internacional de Catalunya.
Entender el sentido y el valor, emocional, racional y empresarial- del propósito en las organizaciones del siglo XXI es un reto mayúsculo para un liderazgo, que a juicio de Cardona, sigue anclado en los usos y costumbres de la centuria pasada. La visión y la experiencia de unos pocos en la cúspide de la estructura jerárquica -los líderes- como brújula centralizada para la toma de decisiones no es un modelo válido en un mundo de aceleración al cuadrado. “Toca desarrollar -dice el decano de la UNIR- el tacto, no la visión”. ¿Cómo? Creando nuevos hábitos en el liderazgo que le permitan:
- Tocar la realidad; es decir, teniendo los datos relevantes.
- Dar pasitos cortos y bien fundamentados, no pasos en falso apresurados basados sólo en la intuición.
- Pasar del just-in-time al just-in-case, ya que gana el que no falla (calidad y promesas cumplidas al poder).
- No dar palos de ciego; esto es, mirar con los ojos de los demás y co-creando con ellos.
- No prometer lo que no puede cumplir: ha de hacer y, sobre todo, estar.
Pablo Cardona fue especialmente crítico con el “momento empowerment” del liderazgo, ya que a pesar de en su momento supuso una evolución evidente del liderazgo jerárquico, sin embargo, es un modelo “que sólo puede ejercer quien tiene el poder (el jefe)”. En su lugar, propone plantear el “momento em-purpose-ment”, que introduce en la ecuación del nuevo liderazgo el concepto del propósito a través de la confianza mutua para llegar a acuerdos de valor añadido para todas las partes (stakeholders). “El empurposement es un liderazgo 360 que puede ser ejercido por cualquier persona que tenga un propósito”, aclara Cardona.
¿Cuáles son los fundamentos del Purpose Driven Leadership – PDL?
- Descubrimiento del propósito personal a través del autoconocimiento y del autoliderazgo, siendo consciente de que el propósito no es estático y que se descubre y redescubre con los acontecimientos de cada día y con la interacción con las personas que nos rodean.
- Ayuda a los demás para descubrir el suyo, ya que el líder ha de generar influencia y no necesariamente jerárquica.
- Conexión del propósito personal con el propósito corporativo a través del establecimiento de misiones concretas para grupos de stakeholders homogéneos. Y siempre con la escucha activa y el ejemplo como básicos a ejercer.




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