Los datos acerca de la salud de los empleados han cobrado una importancia mayúscula en el contexto Covid y más allá de él. La salud se ha convertido en un bien a preservar no sólo por el propio trabajador sino también y muy especialmente por las empresas, dejando de lado la vieja perspectiva de su foco en la seguridad y la salud laboral para abordar un enfoque global de bienestar que impacte positivamente en su productividad y también en engagement del talento interno interno y en la atracción de talento externo. Y como sucede con cualquier otro repositorio de datos, los de salus también encesitan de unos protocolos fiertes de ciberseguridad que los preserven.
A futuro, conocer el mapa de la salud de una organización, tanto física, como psicosocial, permitirá a ésta plantear propuestas de valor al empleado mucho más adaptadas a sus necesidades en función de su ciclo de vida en la empresa y de sus circunstancias personales. Y también hará posible que la organización tome decisiones de inversión en campañas de salud, de contratación de pólizas médicas, etc.
Tal y como recomienda el informe «Unlocking The Value Of Employee Data. Why Better Decisions for Workforce Resilience Depend on Secure and Meaningful Data», realizado por Aon, las organizaciones que están en el proceso de diseñar estrategias de datos de salud deben poner el foco en 5 aspectos:
1.- Auditar la seguridad de la tecnología y proveedores de beneficios.
Poca información es tan verdaderamente confidencial con la relativa a la salud de los empleados y por eso, las compañías han de garantizar que el sistema que la aloje sea tan seguro como una fortaleza inexpugnable. Por ello, han de prestar especial atención al protocolo de seguridad que rodea todo lo relacionado con los datos de salud: quién y para qué accede a esos datos, dónde están, qué estándares de seguridad los protegen, cada cuánto se actualizan, qué garantías nos da el proveedor externo, etc. Las ciber amenazas son un gran riesgo para tofos los departamentos corporativos, también para los que gestionan los la salud y los riesgos laborales.
2.- Evaluar qué datos de salud de los empleados son críticos para construir una fuerza laboral resiliente.
No es necesario hacer un escaneo completo de los datos de salud de los empleados para poder tomar decisiones que mejoren su bienestar y/o que impacten en indicadores internos de absentismo, engagement y productividad. Más que rastrear y monitorizar todo, las empresas deben preguntarse qué datos necesitan en función de qué quieren conseguir y si la tecnología con la que cuentan les proporciona los reportes necesarios para gestionarlos adecuadamente. Se trata, en definitiva, de adoptar un doble enfoque, ético y de compliance.
3.- Racionalizar los ecosistemas de datos sobre la salud de los empleados.
Una vez que abordados los puntos anteriores, las organizaciones deben racionalizar su ecosistema adopntado lo que en ciberseguridad se llama un “enfoque de confianza cero” tanto para usuarios, como para dispositivos y aplicaciones. Como explican en Palo Alto Networks, “Zero Trust protege a una organización eliminando la confianza implícita que se adquiere en una rutina de uso o un procedimiento, y validando continuamente cada etapa de una interacción digital. Basado en el principio de «nunca confíes, siempre verifica», Zero Trust está diseñado para proteger los entornos y permitir la transformación digital mediante el uso de métodos de autenticación fuertes. Con la aceleración de la transformación digital en forma de una creciente fuerza de trabajo híbrida, la continua migración a la nube y la transformación de las operaciones de seguridad, adoptar un enfoque de confianza cero nunca ha sido más crítico. Si se hace correctamente, una arquitectura de confianza cero da lugar a niveles generales de seguridad más elevados, pero también a una reducción de la complejidad de la seguridad y de la carga operativa”.
4.- Dar acceso a los empleados a la información sobre su salud para hacerlos corresponsables de la misma.
Como decíamos al inicio, los datos de salud han de utilizarse para tomar mejores decisiones empresariales pero mejorando siempre el bienestar de los trabajadores. Por ello, es importante que éstos tengan acceso a sus informes médicos, pruebas y resultados para que se hagan responsable de su propio autocuidado. Y nada mejor que las aplicaciones de salud, los los dispositivos portátiles o, por supuesto, los planes de beneficios flexibles.
5.- Diseñar cuadros de mando que contengan los datos necesarios para tomar las decisiones adecuadas.
Las organizaciones han de disponer, primero, de datos fiables, seguros y significativos para, segundo, fortalecer sus estrategias de gestión de recursos humanos. Lo importante es que esos datos provean de la información necesaria para el contexto organizativo y también para el contexto personal de cada trabajador porque, no olvidemos, el bienestar es un concepto holístico en el que condiciona a la persona en todas sus dimensiones.