En los últimos meses el COVID-19 y sus efectos se han convertido en una preocupación generalizada en todo el mundo. Según un estudio elaborado recientemente por Udemy, la plataforma global de formación para aprender y enseñar en línea más grande del mundo, casi 7 de cada 10 trabajadores españoles (69%) considera la posibilidad de teletrabajar con una mayor frecuencia debido a su preocupación por el COVID-19.
Sin embargo, este sentimiento no se expresa con la misma intensidad en todas las regiones de nuestro país y encontramos diferencias de hasta 14 puntos porcentuales. Son los casos por ejemplo de País Vasco, con un 64%, y de Madrid, con un 78% de los trabajadores apoyando esta posibilidad.
Según el estudio, el 92% de los trabajadores españoles confiesa estar ‘algo preocupado’ o ‘muy preocupado’ por la exposición al COVID-19 y otras enfermedades contagiosas en el lugar de trabajo o en las actividades relacionadas con el mismo. En este sentido, los Baby Boomers, la generación más veterana en el mercado laboral, son el grupo de edad que más afirma sentirse ‘muy preocupados’ por esta cuestión (con un 66%).
No obstante, si bien la intranquilidad es generalizada a nivel nacional, hay comunidades autónomas como Cataluña que la manifiestan en mayor medida (96%), en comparación con otras que, quizás por el menor impacto del virus, se muestran ligeramente menos preocupadas, como la Comunidad Valenciana (88%).
Este desasosiego se hace palpable cuando el mismo estudio revela que para el 80% de los españoles se ha convertido en una distracción laboral que inevitablemente afecta a la actividad empresarial habitual. Esta distracción es levemente superior a la media nacional en regiones como Galicia (86%) e inferior en otras como el País Vasco (70%).
En este sentido, contar en las empresas con la posibilidad de trabajar desde casa ante este tipo de situaciones, así como otras ventajas como horarios flexibles, trabajo por turnos, materiales desinfectantes y de protección, etc. es altamente valorado por los trabajadores. De este modo, el 74% de ellos afirma que sus empresas deben proteger a los empleados de enfermedades en el entorno laboral y consideran que, en la situación actual, están haciendo todo lo posible para que así sea. En este punto apreciamos una sutil variación, materializada en 6 puntos porcentuales de diferencia, entre la opinión de hombres (71%) y mujeres (77%).