Las empresas han pasado de poner el foco en los resultados, a orientarse a las personas, y las motivaciones son un elemento decisivo a tener en cuenta a la hora de seleccionar candidatos o realizar evaluaciones internas.
Esta herramienta estudia y detecta las motivaciones con un modelo multidimensional de evaluación que explora estas características desde cuatro dimensiones diferentes: el entorno, la persona, el ámbito social y las características del puesto. La primera de estas dimensiones está relacionada con factores de higiene que pueden generar insatisfacción en la persona si no están presentes. Por otra parte, las motivaciones personales y de tipo social responden a factores de motivación de carácter intrínseco y son los que generan satisfacción al verse cumplidos. Y, por último, las características del puesto tienen que ver los estados psicológicos que experimenta la persona en su interacción con determinadas características del trabajo, por ejemplo, la variedad de tareas. Además, actúan como mediadores de la motivación.
La aplicación consiste en una prueba online de aproximadamente 15 minutos en las que, a través de 20 conjuntos de preguntas, la persona contesta acerca de sus preferencias con respecto a 16 posibles motivadores a través de un sistema de elección forzosa. Una vez realizada la prueba, la herramienta ofrece un informe automatizado individual sobre el perfil de motivaciones del individuo.
Conocer las motivaciones resulta muy útil para la empresa “porque les permite identificar a los candidatos idóneos al conocer bajo qué condiciones, en qué puesto o en qué tipo de circunstancias dicho candidato va a estar dispuesto, a priori, a trabajar con ilusión. Además, en relación con la evaluación interna, les permite rediseñar equipos o puestos y gestionar retribuciones o promociones”, señala Virginia Arranz, líder técnico en Talent Analytics en el Instituto de Ingeniería del Conocimiento (foto).
Otro aspecto muy positivo a tener en cuenta a la hora de gestionar las motivaciones es que éstas vienen en gran medida marcadas por la generación a la que pertenecen las personas, por lo que ayuda a los responsables a gestionar de manera eficiente dichas disparidades. “La convivencia multigeneracional obliga a directivos y responsables de RRHH a conocer y administrar las grandes diferencias entre las motivaciones, valores y expectativas que mantienen sus empleados y candidatos acerca del trabajo”, explica Virginia Arranz.
