Sigue habiendo una gran confusión al respecto de lo que representa el concepto 2.0 en términos de evolución organizativa y, con demasiada frecuencia, se tiende a equiparar con una organización tecnológicamente avanzada cuando, en realidad, la tecnología no es más que una palanca para la transformación que lleva a cabo el capital humano de la empresa.
Cada vez son más las organizaciones y directivos que se cuestionan qué está pasando, a qué tipo de cambios se enfrentan ellos mismos y la organización que gestionan, cómo impactarán todos estos cambios tecnológicos y sociales en la gestión de su capital humano… Se empieza, incluso, a dudar de que “esto” sea algo más que una moda. Y es precisamente la duda razonable de que no lo sea la que les empieza a guiar hacia los debates, foros, encuentros, charlas, etc. en los que compartir sus dudas (razonables) e inquietudes con otros colegas y directivos…
El resultado de este nivel de inquietud in crescendo es que muchas organizaciones comienzan a incorporar en sus modelos de gestión, en sus estructuras organizativas, en sus modelos de liderazgo, y en sus prácticas en gestión de capital humano, elementos, iniciativas, procesos, proyectos y conceptos que se incrustan en lo que ha venido siendo el sistema nervioso central y la estructura óseo-organizativa habitual.
AUTOR / Andrés Ortega, Director asociado de Humannova.