La inmensa mayoría de los empleados (un 94%) espera que sus empresas lancen iniciativas encaminadas a adaptarse cuanto antes a las nuevas formas de trabajo para aumentar su compromiso y el imprescindible sentimiento de pertenencia. Un estudio de Boston Consulting Group (BCG) y el think tank enClave de Personas (Nuevas formas de trabajar: Reflexiones sobre el futuro del trabajo) reflexiona sobre cómo avanzar hacia dichas tendencias actuales de trabajar con éxito y combatir la inercia de volver a modelos previos, con lo que ello supondría. El documento recoge las conclusiones del análisis de numerosos casos de éxito, y contiene además una veintena de entrevistas en profundidad con directores generales de recursos humanos de compañías de referencia.
¿Quién no se ha preguntado alguna vez, en los últimos meses, cómo desarrollaremos nuestra labor profesional en 2025? El trabajo, tal y como lo conocemos, se ha mantenido relativamente estable durante décadas.
Sin embargo, la imparable revolución tecnológica y digital, los nuevos modelos de relación con los clientes, y las distintas prioridades de las nuevas generaciones que se unen al mercado profesional han desencadenado un proceso de cambio que está configurando las nuevas formas de trabajar.
Cómo trabajaremos, lideraremos, nos organizaremos y qué necesitaremos
BCG y enClave de Personas han elaborado el informe Nuevas formas de trabajar: Reflexiones sobre el futuro del trabajo, conforme a casos de éxito, entrevistas en profundidad con directores generales de RRHH de grandes firmas y encuesta detallada a más de 800 directivos y empleados de diferentes sectores. Y una de sus principales conclusiones es que no se trata únicamente de cuestionarse si el trabajo será presencial o de forma remota, de los planes de upskilling asociados a la digitalización o de la competencia por el talento.
Las nuevas formas de trabajar entrañan una transformación profunda de toda la compañía y exceden el ámbito de Recursos Humanos y Organización. Todos los líderes y todas las funciones deben colaborar de manera decidida en el proceso de diseño del modelo de trabajo futuro.
Para adoptar las nuevas formas de trabajar con éxito y combatir la inercia de volver a modelos previos, es necesario abordar múltiples mejoras y cambios. El estudio plantea un enfoque integral alrededor de cuatro preguntas: cómo trabajaremos, cómo lideraremos, cómo nos organizaremos y qué necesitaremos.
- Cómo trabajaremos. El lugar y tiempo de trabajo son prioritarios para el 63% y 54% de los encuestados respectivamente y, de hecho, el 93% de los directivos quiere mantener un modelo de trabajo híbrido a 2025. Sin embargo, este modelo híbrido no será un estándar aplicable a todo un sector o una misma tipología de empresa. La clave del éxito será un traje a la medida del puesto de trabajo, las necesidades del equipo y su ecosistema.
- Cómo lideraremos. El 75% de los directivos considera prioritario transformar y adaptar los modelos de liderazgo, desarrollando nuevas habilidades de gestión de personas que pongan a sus empleados en el centro de las dinámicas de la empresa. Junto al liderazgo, la propuesta de valor para el empleado (EVP, según sus siglas en inglés) será otro catalizador del cambio hacia los nuevos modelos de trabajo, y las empresas que la evolucionen con más rapidez disfrutarán de ventajas competitivas en el mercado.
- Cómo nos organizaremos. La receta para responder con éxito a los continuos cambios del entorno empresarial no es ser la compañía más avanzada, sino la que mejor y más rápidamente se adapta. Una empresa dinámica, que afronte los nuevos desafíos con agilidad, generará beneficios para sus clientes y empleados, cuya motivación, formación y oportunidades de crecimiento mejorarán sustancialmente.
- Qué necesitaremos. Con un modelo de trabajo híbrido, la oficina pierde protagonismo como lugar para realizar una tarea y lo gana como espacio de inspiración, cocreación y relación entre compañeros. Para ser un destino atractivo, debe tener atributos complementarios al trabajo remoto, que contribuyan a la motivación y satisfacción. De hecho, el 89% de las personas quiere una oficina más abierta, con espacios de socialización, inspiración y bienestar. En un contexto híbrido, también necesitaremos tecnologías para conectar más y mejor, física y virtualmente, así como preparar a los empleados para que la adopten en su día a día y cambien su forma de trabajar.
Lo mejor de ambas formas de trabajo
En este futuro pospandemia que comenzamos a vivir es importante que los empleadores puedan conciliar lo mejor de ambos mundos, con un sistema híbrido que permita conservar las ventajas del trabajo remoto y, en simultáneo, recuperar la oficina como un espacio de conexión. Y para ello, el informe ofrece tres consejos:
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Situar (de verdad) al empleado en el centro de las decisiones
1.1 Empoderar al empleado. Proporciona a los equipos las herramientas y capacidades técnicas y emocionales que necesitan
para autoorganizarse, en lugar de procesos formales y detallados. Con autonomía y algo de supervisión, seguirán evolucionando. Ya han demostrado que se adaptan a los cambios con rapidez y éxito.
1.2 Construir relaciones de confianza. Reconoce el valor de los empleados como motor de arranque y factor de éxito para
la empresa. Muestra confianza en los equipos, interactúa con ellos en entornos informales y dales autonomía si quieres que la empresa evolucione hacia modelos más maduros.
1.3 Fideliza el mejor talento. Ayuda a los equipos a desarrollar las mejores competencias y a crecer personal
y profesionalmente. Mantén y evoluciona los cambios que demandan para asegurar la fidelización y la formación del mejor talento.
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El cliente: impulsor de la transformación y del éxito
2.1 Anticipar la nueva relación con el cliente. Piensa en los clientes y en cómo está cambiando la forma de trabajar con ellos. Esto conformará los pilares para construir el nuevo modelo de trabajo.
2.2 Enfocarse en la experiencia del cliente y en la eficiencia. Céntrate en las dimensiones de las nuevas formas de trabajar que más impacto tengan para el cliente. Desarrolla o adquiere nuevas habilidades si quieres ofrecer nuevos servicios. Aprovecha la oportunidad para identificar y generar posibles eficiencias sin detrimento de dichos servicios.
2.3 Afianzar la virtualización sin descuidar el cara a cara. Mantén y mejora la relación virtual con los clientes externos e internos, aprovechando que se han acostumbrado a ella, sin desatender el trato personal cuando aporta más valor. Utiliza lo aprendido en la gestión de los clientes para gestionar también mejor a los empleados. -
El momento adecuado: ahora o nunca
3.1 Aprovechar el momento. Emplea la vuelta a la oficina para afianzar los hábitos positivos adquiridos durante la crisis, y hazlo ahora, para no perder las buenas prácticas desarrolladas en los últimos meses.
3.2 Alejarse ya de la mentalidad táctica. Desprioriza las acciones puntuales a corto plazo emprendidas como reacción a la pandemia. Plantea nuevos enfoques y soluciones integrales con una perspectiva a largo plazo. Retoma los planes corporativos ambiciosos y relanza las iniciativas que la crisis interrumpió.
3.3 Revisa la cultura y el propósito. Busca el equilibrio entre organización y equipos, teniendo en cuenta las necesidades del negocio a medio y largo plazo, y sin olvidar que la cultura y el EVP son ya algunos de los principales criterios de decisión entre el talento más demandado.
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Puedes descargar el informe completo de BCG y enClave de Personas pinchando el siguiente enlace:
Imagen: 123RF