La vuelta a la rutina, más allá de ser un momento de agobio puede convertirse en una nueva oportunidad. El mes de septiembre es, para muchos, el inicio de un nuevo ciclo, en el que afrontar nuevos retos, por lo que es también el momento de aplicar a nuestra vida algunas novedades. En especial este año, en el que la normalidad ha cambiado para adaptarse a la situación provocada por el COVID-19.
Entre estas nuevas actividades se puede aprovechar, por ejemplo, para incorporar nuevos hábitos que mejoren no solo nuestra salud, sino el medio ambiente. “Está comprobado que los factores ambientales influyen directamente sobre nuestra salud, por este motivo, con el fin de garantizar una mejor calidad de vida es imprescindible cuidar de nuestro entorno. De hecho, la pandemia que estamos viviendo en 2020 se debe, en gran medida, a la pérdida de biodiversidad, que facilita el contagio de enfermedades infeccionas de animales a humanos. A través de industrias y actividades menos contaminantes, pero también mediante la colaboración ciudadana, seremos capaces de lograr espacios más saludables y, en general, un planeta más sostenible y protegido”, ha explicado Catherine Cummings, directora de Relaciones Institucionales y RSC de Sanitas.
Así, entre las nuevas rutinas que, a escala individual, podemos incorporar a nuestra vida aprovechando la ‘vuelta al cole’ se encuentran:
– Vida activa. Para proteger la salud lo primero es evitar el sedentarismo, pero no es imprescindible apuntarse al gimnasio para mantenerse en forma. Algunas medidas como subir por las escaleras, serán suficientes para que el cuerpo mantenga una actividad moderada. Además, con este gesto colaboras también en un mejor uso de los recursos energéticos, al reducir el empleo del ascensor.
– Deporte en compañía. Otra actividad sencilla que puede ayudar mucho tanto a la salud como al medio ambiente es el acto de caminar, especialmente en parques urbanos, jardines o bosques cercanos. Sanitas lleva varios años promoviendo el reto de los 10.000 pasos, una iniciativa en la que participan ya más de 40 empresas, con un alcance de 160.000 empleados, y que fomenta la realización de estos paseos diarios, recomendados por la OMS. Además, si se consigue el objetivo común, la compañía se compromete a realizar una donación para un proyecto de regeneración urbana, por ejemplo, a través de la creación de zonas verdes en el centro de las ciudades.. Esta actividad se puede hacer extensible al resto de la familia y aprovechar los momentos con los pequeños de la casa para practicar deporte al aire libre, que, está demostrado, mejora su atención, desarrollo emocional y comportamiento.
– Movilidad sostenible. Según datos de la OMS más de 7 millones de personas fallecen anualmente debido a la contaminación atmosférica, y gran parte de esta situación se debe al uso excesivo del transporte privado. Por este motivo una de las recomendaciones para ayudar en la mejora de la calidad del aire y, por tanto, para la reducción significativa de la polución en el centro de las ciudades, es, precisamente, el uso de bicicletas, que además ayudan a mantener una vida activa..
– Limitar el uso de plásticos. Se calcula que anualmente se generan unas 100.000 toneladas de plástico. Gran parte no se recicla, sino que se queda desperdiciado en la naturaleza, gradualmente descomponiéndose y creando microparticulas de plásticos. Muchos científicos indican que posteriormente ingerimos estas micropartículas a través del agua que bebemos o pescado que consumimos, lo que puede afectar a nuestra salud a largo plazo. Por este motivo, es recomendable incluir algunos cambios en la rutina diaria con el fin de reducir esa cifra. Así, un gesto tan sencillo como cambiar los recipientes y tuppers de este material por otros de cristal o fibras vegetales ayudará en esta tarea.
– Menos papel. El 90% de los residuos que se genera en una oficina es papel y, pese a que cada vez más compañías emplean papel reciclado, lo cierto es que las políticas de ‘mesas limpias’, a través de la cual se insta a los empleados a evitar el uso de este material, también se está convirtiendo en una realidad cada vez más asentada. Evitar imprimir documentos innecesarios, usar las dos caras de la hoja o reutilizar documentos para tirar son algunas de las prácticas más recomendadas.
A través de estos consejos, que pueden aplicarse tanto en la oficina como en el propio hogar, se ayudará en la obtención de objetivos comunes en cuanto a la mejora tanto del medio ambiente como de la salud, porque al proteger el entorno, estaremos colaborando también en la prevención de enfermedades. Es otra manera a través de la cual apoyar al conjunto de Objetivos de Desarrollo Sostenible y en especial, nº 3 (Salud y Bienestar).