COMPENSACIÓN- El coste de los beneficios de salud aumenta pero no se comparte

Maite Sáenz30 marzo 20115min

Para contener los costes se opta por medidas ajenas al empleado, tales como la negociación con las aseguradoras y mejoras en la gestión y seguimiento de los planes.

A pesar de que el coste de los beneficios de salud aumentó en 2010 un 2,1% en España y un 3,3% en Europa, la mayoría de las empresas (72%) no exige una contribución del empleado para sufragar los gastos del seguro privado de salud. Según el Estudio Paneuropeo de Salud y Beneficios 2010, fuente de estos datos, esta evidencia responde no solamente a unas prácticas muy establecidas en el mercado, sino también a estrategias de compensación de las compañías, a negociaciones colectivas y al deseo de ser competitivo en el sector. En algunos países, las bonificaciones fiscales relacionadas con los gastos en salud también son importantes y, por último, este tipo de beneficios sociales se considera una de las principales alternativas para fidelizar talento en un momento en el que la flexibilidad salarial está muy restringida.

Según explica la doctora Marisol Sanz, directora del Área de Salud de Mercer, “los gobiernos están trasladando el gasto médico a las empresas y a los ciudadanos en forma de menores deducciones de impuestos, reducción del alcance de los servicios públicos de salud, privatizaciones, aumento de los sistemas de co-pago y mayores restricciones de elegibilidad. Desde otro punto de vista, las empresas cada vez están más presionadas por los empleados y sindicatos para mejorar los beneficios de salud”.

Las empresas que operan en países con sistemas de salud públicos han experimentado mayores aumentos (un 3,7% de media) de los costes de los beneficios de salud por empleado, en comparación con los países con otros sistemas de Seguridad Social (un 2,9% de media). Los participantes de Reino Unido e Irlanda han sufrido las mayores subidas (4,9%), seguidos de Portugal (4,1%) y Holanda (3,7%). Alemania y la República Checa han tenido las menores subidas, con un 1,7% y un 1,8% respectivamente, debido a que tienen sistemas públicos muy generosos, de manera que las empresas ofrecen beneficios centrados más en el bienestar o la prevención que en el tratamiento de enfermedades.

Como decíamos al inicio, el encarecimiento de los gastos no va aparejado a una restricción de la elegibilidad o el alcance de las coberturas o al traslado de más costes al empleado. Al contrario, para contener los costes se opta por medidas ajenas al empleado, tales como la negociación con las aseguradoras y mejoras en la gestión y seguimiento de los planes. De todas maneras, la tendencia varía por países y así, el 80% de las empresas francesas requieren una contribución del empleado, en comparación con el 8% de Reino Unido. De media, la contribución que se le pide al empleado es del 46% de la prima en el caso de los empleados y del 68% en el caso de los familiares dependientes de los empleados.

Compartir el gasto puede parecer una forma lógica de afrontar el aumento de los costes. El hecho de que no se haga con más asiduidad responde no solamente a unas prácticas muy establecidas en el mercado, sino también a estrategias de compensación de las compañías, a negociaciones colectivas y al deseo de ser competitivo en el sector. En algunos países, las bonificaciones fiscales relacionadas con los gastos en salud pueden afectar a la decisión de la empresa en relación con el nivel de contribución.

La razón por la cual las organizaciones se muestran reticentes a trasladar el coste del beneficio a los empleados es clara: la atracción y retención del talento es el motivo más importante, con un 37% que afirma que es una razón muy importante y un 36% que lo considera una razón importante. Y en este punto entra en juego la percepción que se tiene en torno a la solidez de los sistemas de Seguridad Social de los países, hasta el punto de que en países como España, Irlanda y el Reino Unido se prevé que las futuras reformas de la Seguridad Social aumentarán la presión sobre las empresas para que ofrezcan seguros médicos privados.
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