La confianza en la educación ha decaído en los últimos años y las barreras económicas para acceder a esta han aumentado. Así nos lo indica «Educación para una vida mejor» un estudio realizado por Nielsen que analiza la importancia de la educación para el ciudadano medio.
Se ha podido comprobar que existe una relación directa entre el grado de confianza en la economía y la creencia en los beneficios que otorga la educación para una vida mejor. Sólo el 26% de los españoles cree que la educación le allanaría el camino hacia el empleo y un 21% el que cree que le permitiría tener sueldos más altos y promocionarse.
Pero no somos los más pesimistas respecto a la educación en Europa, Francia y Italia encabezan el ránking con tan solo un 14% y 16% de confianza en la educación respectivamente. Portugal en cambio consta de más adeptos al sistema de formación con un 36% de los encuestados a favor de esta como el camino hacia el éxito. Es curioso destacar que estos son los que a su vez indican tener una menor capacidad de acceso al sistema de formación por causas económicas. Un 31% de los portugueses indica que no puede costearse una formación, frente al 17% de los españoles que no pueden hacerlo. Irónicamente los que menos problemas económicos tienen para acceder al sistema formativo son los que menos apreciación tienen de este. Los franceses y los italianos indican que solo un 14% y un 12% de los encuestados de su país tienen problemas para pagarse la formación, 2 y 4 puntos menos que la media europea.
En este sentido, el informe Nielsen también señala el descontento generalizado respecto a las ayudas económicas otorgadas por el gobierno. Tan sólo el 11% de los encuestados españoles señala que estas ayudas son suficientes respecto al 52% que indica que no lo son. Con esto, podemos señalar que el principal impedimento para acceder a una buena educación son las barreras económicas. La mitad de los encuestado confiesa no poder costear la educación de sus hijos.
¿Qué esta desencadenando esta desconfianza en el sistema formativo? ¿Esta desactualizado frente a las necesidades del mercado laboral?.
La necesidad de optar a una buena educación que no genere desconfianza debería ser una prioridad tanto por las empresas como por los futuros trabajadores. Una formación de calidad otorga al trabajador una serie de competencias y valores (autonomía, productividad, proactividad, organización, etc. ) que solo pueden suponer beneficios para la empresa. La experiencia es vital pero tenemos que buscar un equilibrio entre estos dos valores. Cuando el concepto de la educación decae en un país deberíamos preguntarnos que estamos haciendo mal.
Según el informe Nielsen el 16% de los ciudadanos europeos no puede costearse una educación