(Auto)mejorar en inteligencia emocional: 30 consejos para conseguirlo

Jaime Rodríguez6 junio 202212min

Una de las soft skills más demandadas desde el comienzo de la década es la inteligencia emocional. Y es que, no en vano, constituye uno de los ingredientes de la receta que alimenta el rendimiento, tanto en el lugar de trabajo como en la vida personal. Pero comienza con uno mismo. Desde la confianza, la empatía y el optimismo hasta las habilidades sociales y el autocontrol, comprender y manejar las propias emociones puede acelerar el éxito en todas las áreas de la vida. De ahí que The British Psychological Society ofrezca una treintena de pautas para mejorarla. O mejor dicho, automejorarla. 

No importa en qué campo profesional se desarrolle la carrera, o si se administra un equipo de 3, de 30, de 300 o de 3.000 personas –e incluso si es para uno mismo–, darse cuenta de cuán efectivo se es, para controlar la propia energía emocional, es un excelente punto de partida. ¿Lo malo? Que no venía incluida en el plan de estudios, sea cual fuese; la inteligencia emocional no es algo que nos enseñen o evalúen.

¿Lo bueno? Que es algo que puede aprender. De ahí que tomemos prestada esta lista completa de consejos para ayudar a explorar el nivel de inteligencia emocional y obtener habilidades para implementar en la vida cotidiana: tanto para motivar e inspirar a compañeros o equipos, como para cada uno individualmente.

Inteligencia emocional

Identificar y gestionar las propias emociones y reaccionar adecuadamente a las de los demás. Comprender cómo esas emociones dan forma a los pensamientos y las acciones, para que tener un mayor control sobre el comportamiento y desarrollar las habilidades para conducirse de manera más efectiva. Ni más ni menos.

Y es que ser más conscientes emocionalmente permite crecer y obtener una comprensión más profunda de quiénes somos, lo que a su vz nos permite comunicarnos mejor con los demás y construir relaciones más sólidas.

    1. Practicar observando cómo se siente uno. A menudo llevamos estilos de vida que facilitan el perder el contacto con nuestras emociones. Hay que volver a conectarse intencionadamente Y cuanto más se practica, antes se convierte en inconsciente.
    2. Prestar a atención al comportamiento. Mientras practica su conciencia emocional, tómese el tiempo para observar su comportamiento también. Observa cómo actúas cuando estás experimentando ciertas emociones y cómo eso afecta tu vida diaria. Manejar nuestras emociones se vuelve más fácil una vez que somos más conscientes de cómo reaccionamos ante ellas.
    3. Cuestiona tus propias opiniones. En este mundo hiperconectado, es fácil caer en una burbuja de opinión, en la que las ideas propias son siempre reforzadas por personas con puntos de vista similares. Hay que leer también otras y desafíar las propias creencias.
    4. Asumir la responsabilidad de los sentimientos. Las emociones y comportamiento de cada cual provienen de uno mismo; de nadie más. Al empezar a aceptar cómo se siente y comporta uno, el impacto positivo en todas las áreas de la vida es inmediato.
    5. Tomarse tiempo para celebrar lo positivo. Una parte clave de la inteligencia emocional es celebrar y reflexionar sobre los momentos positivos de la vida, lo que aumenta la resiliencia y la capacidad de superar la adversidad.
    6. Sin ignorar lo negativo. Reflexionar sobre los sentimientos negativos es tan importante como reflexionar sobre los positivos. Comprender por qué te sientes negativo es clave para convertirte en una persona completa, más capaz de lidiar con problemas negativos en el futuro.
    7. No olvidar respirar. La vida nos presenta situaciones en las que experimentamos algún tipo de estrés de forma regular. Para controlar las emociones y evitar arrebatos, lo mejor es respirar, solicite un descanso, salir y tomar un poco de aire fresco…
    8. Conciencia objetiva de uno mismo. La autoconciencia es la capacidad de reconocer y comprender el propio carácter, los estados de ánimo y las emociones, y su efecto en los demás. Conocerse uno mismo por completo es difícil, por lo que la opinión de los demás cuenta.
    9. Comprender lo que nos motiva. Todo el mundo tiene una motivación central cuando comienza un proyecto. La dificultad es tener presente este motor cuando aparece la adversidad. Podemos utilizarlo para esforzarnos en cruzar la línea de meta.
    10. Tomárselo con calma. A veces, los brotes emocionales ocurren porque no nos tomamos el tiempo para reducir la velocidad y procesar cómo nos sentimos. Meditar, hacer yoga o leer son mano de santo: un poco de escapismo hace maravillas.
    11. Reconocer los desencadenantes emocionales. Las personas conscientes de sí mismas son capaces de reconocer sus emociones a medida que ocurren. Es importante ser flexible con ellas y adaptarlas a la situación.
    12. Confiar en la intuición. Si uno no está seguro aún de qué camino tomará, debe confiar en su intuición. Después de todo, el subconsciente ha estado aprendiendo qué camino tomar durante toda la vida.
    13. Desconectar. Una forma clave de mantener las emociones bajo control es dejar a veces la rutina con ejercicios de relajación o intentar canalizar la mente con un rompecabezas o un libro; cualquier cosa para romper su rutina actual.
    14. Mantener un horario y comer bien. Asegurarse de crear un horario y cumplirlo es fundamental si desea completar las tareas de manera efectiva. Y regular lo que uno come y bebe tiene un gran efecto en su estado emocional.
    15. No enojarse. Y canalizar la energía emocional hacia algo productivo. Está bien mantener las emociones abrumadoras adentro, si no es el momento apropiado para dejarlas salir. Y al hacerlo, en lugar de descargarlas en algo inútil, convertirlas en motivación.
    16. No esperar que la gente confíe en uno (si no se confía en ellos). Las personas son solo seres humanos y cometen errores. Al ofrecerles confianza, se les está invitando a que ofrezcan su confianza a cambio.
    17. Es una elección propia. Uno tiene la capacidad de elegir cómo reaccionar ante una situación: de forma exagerada o manteniendo la calma. Pero es elección de uno.
    18. Ser realista. Al establecer una nueva meta, mejor tener objetivos realistas y claros para lograrla y comprender que el cambio es una parte inevitable de la vida. El logro aumenta la confianza y la capacidad de lograr más y más.
    19. Pensamiento positivo. Para mantenerse motivado es importante mantener una mentalidad optimista. Ver los problemas y contratiempos como oportunidades de aprendizaje en lugar de fracasos, y tratar de evitar a las personas negativas.
    20. Aprendizaje permanente. Tanto el conocimiento como la información son claves para alimentar la mente y mantenerse curioso y motivado.
    21. Estar preparado para salir de la zona de confort. La mayor barrera para alcanzar el máximo potencial es no desafiarse a sí mismo con la frecuencia suficiente. Pueden pasar grandes cosas si uno está dispuesto a salir de tu zona de confort.
    22. Pedir ayuda. No debe sentirse miedo de pedir ayuda cuando se necesite, y viceversa si son otros quienes la necesitan.
    23. Ponerse de pie y estirarse. Para un impulso instantáneo de la motivación a corto plazo, lo mejor es ponerse de pié estirarse lo máximo posible durante 10 segundos. Se regresa a la mesa con el estado de ánimo correcto y listo para trabajar.
    24. Escuchar. Antes de empatizar con alguien, primero hay que entender qué es está diciendo. Implica dejar hablar sin interrumpir, ideas preconcebidas o escepticismo. Y poner los problemas propios en pausa para absorber cómo se siente antes de reaccionar.
    25. Abrirse y tratar de ser accesible. Se sea el líder de un equipo o se esté trabajando con otros, se debe tratar de permanecer accesible. Una de las maneras más rápidas de ofrecer un intercambio sincero o una señal de empatía es escuchar las experiencias de otros.
    26. Cultivar la curiosidad por los demás. La persona empática tienen una curiosidad insaciable por los extraños. Al hablar fuera de nuestro círculo habitual, aprendemos y comenzamos a comprender opiniones y puntos de vista diferentes a los nuestros.
    27. Empatizar con lo que dice la gente. Mientras se escucha lo que una persona tiene que decir, usar palabras de reconocimiento como “entiendo” y “ya veo” para mostrarle que se le está escuchando.
    28. Ponerse los zapatos de otra persona. Todo el mundo ha escuchado el refrán “para conocer a alguien camina un kilómetro en sus zapatos”, pero ¿cuántas personas realmente practican este consejo? Por probar, o pasa nada.
    29. No es lo que se dice, sino cómo se dice. El lenguaje corporal, el tono de voz y el contacto visual son claves para que los demás sepan cómo se siente uno emocionalmente.
    30. La queja y el drama. Las personas emocionalmente inteligentes escuchan, ofrecen buenos consejos y extienden su empatía a aquellos que los necesitan, pero no permiten que las vidas y emociones de los demás afecten o gobiernen las suyas. En lugar de buscar a alguien o algo a quien culpar, piensan de manera constructiva y resuelven la solución en privado.

La inteligencia emocional es algo que se desarrolla y requiere una mejora continua; es en gran medida una práctica de por vida. Al comprender y aplicar con éxito la inteligencia emocional, el líder o cualquiera de los miembros de su equipo puede alcanzar su máximo potencial y alcanzar sus objetivos.

Fuente: The British Psychological Society.


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