Ya no años, sino en los últimos meses, el término metaverso se ha catapultado de una relativa ignorancia sobre su significado a convertirse la palabra de moda en el ámbito tecnológico. A medida que las empresas de todo el mundo anhelan aprovechar la tecnología, el metaverso ha demostrado ser más que un brillante esquema de marketing, muy del siglo XXI, si no el verdadero siguiente paso en la evolución de Internet. Hasta el punto de que Accenture lleva la potente imagen actual del metaverso a la portada de su informe Technology Vision 2022. Un análisis que repasa las principales tendencias digitales en el mundo de la empresa.
La convergencia de la realidad física, virtual y aumentada permitirá a los usuarios socializar y realizar negocios en un espacio en línea compartido. Ahora, nos puede seguir pareciendo cosa de ciencia ficción, pero si algo nos ha demostrado el tiempo que es el futuro está a la vuelta de la esquina.
Y a medida que los límites entre estos mundos continúen desdibujándose, las empresas se encontrarán más y más obligadas a situarse en primera línea para establecer estándares de confianza y seguridad y dar forma a su camino a seguir.
El futuro es ahora
El informe Technology Vision 2022, de Accenture, analiza la forma en la que las innovaciones emergentes están redefiniendo la relación, cada vez más estrecha, entre las personas y la tecnología.
- Web3: poner el ‘yo’ en el metaverso. La tecnología blockchain es la columna vertebral de la Web3. Un término que abarca todo un sistema para conseguir una Internet descentralizada, donde ninguna entidad puede controlar el flujo de información online.
Esto significa que, en lugar de almacenar datos en servidores centrales, cada miembro de una red tendrá acceso a los mismos datos en forma de un volumen mayor, por así decir. Cuando se ve en el contexto del dinero, la criptomoneda, la aplicación de cadena de bloques más común, formará la base del sistema económico y monetario en el metaverso. - Mundo programable: nuestro planeta, personalizado. En el mundo programable, el control, la personalización y la automatización se absorberán por completo en nuestro entorno circundante. Desde cafeteras hasta sistemas de alarma, estos sistemas integrados pueden detectar, aprender y responder fácilmente conforme a las más complejas preferencias de sus usuarios.
Y las empresas construirán y entregarán estas soluciones, además de renovar sus propias operaciones para darles a las personas la opción de decidir qué quieren ver, interactuar y experimentar; todo con el menor esfuerzo posible por parte de los usuarios, y con mayor flexibilidad que nunca. - Lo irreal: convertir lo artificial en auténtico. A medida que los datos generados por IA continúan avanzando a la velocidad del rayo, la apariencia de autenticidad es cada vez más apreciada. Dado que los datos artificiales pueden reflejar de manera convincente el mundo físico, las personas ya no están interesadas en saber si algo es real. En cambio, están evaluando si es auténtico.
Cuando se implementa de manera auténtica, la realidad sintética puede llevar la IA a nuevas fronteras. Tiene la capacidad de mejorar la experiencia del cliente, gestionar tareas repetitivas y minimizar los errores manuales. - Calculando lo imposible: nuevas máquinas, nuevas posibilidades. Los avances de la computación cuántica se encuentran entre las tendencias más radicalmente disruptivas en el horizonte. El nacimiento de una nueva clase de máquinas está ampliando los límites de los problemas que pueden resolver las computadoras.
Si bien la teoría computacional y el hardware no es un concepto que ocupe los pensamientos de la mayoría de los ejecutivos no tecnológicos, es algo que no pueden permitirse pasar por alto. Puede que no suceda mañana, pero la transformación está en marcha, y cada nuevo punto de referencia simboliza estar un paso más cerca de las capacidades empresariales inimaginables. - El futuro es ahora. Hubo un tiempo en que la tecnología del metaverso parecía un concepto descabellado, que podría manifestarse en algún momento en un futuro lejano. Pero las empresas ya no pueden darse el lujo de pensar en ello en abstracto. El metaverso es la culminación de un proceso de larga duración, aunque nada supiésemos de él. Y aunque este mundo digital aún no ha tomado forma, las empresas con visión de futuro de hoy en día ya deberían estar en modo de prueba y aprendizaje, listas para aprovechar las oportunidades de crecimiento que tiene por delante.
Puedes descargar el informe de Accenture completo pulsando el siguiente enlace:
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