Sentirse parte de una organización es cuestión de vivir una experiencia que te haga identificarte con ella. En términos de inclusión, un reciente informe de Gallup ha identificado esas experiencias y no sólo les ha puesto nombre, sino que también ha creado la fórmula para medirlas.
Las vivencias específicas que los empleados tienen en sus organizadores son un detonador del del compromiso, la retención, el bienestar y, en general, sobre las percepciones que tienen sobre su equipo de trabajo, sus jefes y la empresa en su conjunto. El análisis realizado desglosa la inclusión en 7 experiencias concretas:
- Respeto.
- Fortalezas.
- Integridad.
- Autenticidad.
- Pertenencia.
- Confianza y apertura.
- Autonomía.
Gallup ha evidenciado las correlaciones existentes entre cada una de ellas y el nivel de inclusión que sienten los trabajadores, tal y como se aprecia en el siguiente gráfico:
Fuente: «Advancing DEI Initiatives: A Guide for Organizational Leaders». Gallup, 2022.
Índice de cultura de la inclusión
La investigación plantea 3 preguntas básicas a plantear a los trabajadores para conocer si están o no de acuerdo con ellas e inferir, en consecuencia, está experimentando inclusión en el trabajo:
- En el trabajo, me tratan con respeto.
- Mi empleador actual está comprometido a desarrollar las fortalezas de cada empleado.
- Si planteo una inquietud sobre ética e integridad, confío en que mi empleador hace lo que es correcto.
Y además, añade otras cuatro preguntas adicionales para completar el testeo:
- En el trabajo me siento cómodo siendo yo mismo.
- Me siento como un miembro valioso de mi equipo.
- Mi supervisor crea un ambiente de confianza y abierto.
- Tengo la libertad de tomar las decisiones que necesito para hacer bien mi trabajo.
Crear una cultura inclusiva es cuestión, en primer, segundo y tercer lugar, de que los líderes se comprometan con este objetivo con recursos y no solo discursos.
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