Introducir el teletrabajo en nuestra organización requiere de algo más que voluntad por las partes implicadas, recursos tecnológicos que lo hagan factible y objetivos que cumplir para hacerlo eficiente. Desde Savia, proveedores de una app que permite gestionar el horario de los empleados en el marco de la legislación vigente y los contratos establecidos, nos proponen 4 las preguntas que tenemos que hacernos antes de optar por esta alternativa para flexibilizar el tiempo de trabajo:
¿Soy el tipo de jefe capaz de medir el esfuerzo solo por resultados?
Si no eres el tipo de jefe capaz de medir esfuerzo versus resultados, es bastante probable que no puedas valorar el trabajo realizado por tus empleados, ni puedas asignar objetivos claros en plazos de tiempo concretos. Sería difícil para ti comprobar que realmente han hecho ese trabajo en el tiempo estipulado y no en menos. Y aunque así hubiera sido, ¿qué crees que marca la diferencia? Si lo importante es cumplir los tiempos de entrega, no debería haber problema si el trabajador ha terminado antes su trabajo satisfactoriamente y ha aprovechado el tiempo restante para hacer cosas personales. ¿Sería mejor si empleara todo el tiempo estipulado obteniendo peores resultados? La coherencia juega un papel más que importante en este sentido.
¿Nuestros empleados ya trabajan fuera de la oficina?
Seguramente tendrás un par de empleados tan comprometidos con su trabajo que, aunque no se lo pidas, mirarán el correo una media hora antes de llegar a la oficina y hasta una hora después de abandonarla. Que tus empleados hagan eso, por responsabilidad propia, ya te está dando una pista de los empleados que sí podrían trabajar desde casa y de quienes no tendrías que preocuparte al respecto.
¿Cuántos quieren trabajar desde casa?
Si varios empleados te hacen la propuesta de trabajar desde casa, no supongas que todos quieren hacerlo. Seguramente hay personas que prefieran pasar su jornada laboral en la oficina porque tienen menos distracciones, son más productivos… Permite que ellos sigan quedándose en la oficina; al fin y al cabo ahí es donde han estado siempre.
¿Podríamos hacer primero una prueba?
Si te estás planteando permitir que tus trabajadores trabajen desde casa este verano, pero no estás seguro de si realmente va a funcionar el experimento, te proponemos una cosa: haz una prueba. Puedes empezar por mandarles a casa un día y valorar su rendimiento. Si el resultado es positivo, sabrás que puedes confiar en ellos para que pasen (por ejemplo) dos semanas trabajando en casa. De lo contrario, es mejor que sigan haciéndolo a la antigua.
+info en el blog de Savia: El Coffee Break
