La igualdad de género en el trabajo continua siendo insuficiente

Nacho Torres6 marzo 20156min

brecha salarial

“Las mujeres que trabajan, ¿se encuentran en una posición mejor que hace 20 años?”, dijo el Director General de la OIT, Guy Ryder. “La respuesta es un sí condicional. ¿Este progreso ha satisfecho nuestras expectativas? La respuesta es decididamente no.

Dos décadas después de que la mayor reunión de mujeres a nivel mundial adoptara un programa ambicioso para promover la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres, la situación apenas ha mejorado con respecto a la igualdad en el trabajo.

No podemos negar que se han registrado progresos en términos de igualdad de género desde la Declaración de Beijing sobre los derechos de la mujer en 1995, pero todavía restan muchos desafíos por superar, incluyendo la brecha salarial relacionada con la maternidad.

Ante este escenario, surge algo que no es nuevo: la necesidad de ser innovadores y reformular el debate para concentrarse en los derechos de la mujer en el trabajo, la igualdad de género y el empoderamiento económico de éstas.

La OIT ha publicado un nuevo documento de trabajo sobre “La brecha salarial relacionada con la maternidad: un análisis de los problemas, teorías y datos internacionales”, que además con frecuencia penaliza a las mujeres por encima de la diferencia salarial que ya experimentan. Las madres con frecuencia ganan menos que las mujeres sin hijos, según el lugar dónde viven y cuántos niños tienen.

AVANCES VS. DESAFÍOS

Los avances en términos de políticas, legislación y ratificación de las normas internacionales del trabajo son inminentes. A pesar de ello, las mujeres se enfrentan a una discriminación y desigualdad generalizadas en sus puestos de trabajo.

Las mujeres suelen ocupar empleos infravalorados y mal remunerados, carecen de acceso a la educación, la formación o las oportunidades de trabajo, tienen poder limitado de negociación y de toma de decisiones, y además, siguen cargando con la mayor parte del trabajo doméstico en sus hogares.

La disparidad de las tasas de participación en el mercado laboral entre hombres y mujeres a nivel no es muy halagüeña. Sólo disminuyó, y ligeramente, en 1995: 52% del total de las mujeres trabajaba -50% en la actualidad-, frente al 80% de los hombres -77% en estos días-. Se calcula que reducir la brecha de la participación entre los hombres y las mujeres en los países del G20 para 2025 incorporaría a más de 100 millones de mujeres a la fuerza laboral.

El acceso a la maternidad sí ha mejorado, a pesar de que muchas mujeres todavía están excluidas. A nivel mundial, el porcentaje de países que ofrecen 14 semanas o más de licencia por maternidad, ha aumentado de 38 a 51%, más de 800 empleadas, pero el 41% de las mujeres aún no tienen una cobertura adecuada. A su vez, los Estados dan cada vez más responsabilidades familiares a los hombres: en el periodo que va desde 1994 a 2013, el porcentaje de los países examinados que ofrecen alguna forma de licencia parental ha pasado del 28% al 47%.

A la hora de dirigir una compañía, las mujeres poseen más del 30% de todas las empresas, pero suelen estar concentradas en las pymes. Las mujeres ocupan puestos en los consejos de administración del 19% de las organizaciones a nivel mundial y un 5% o menos de los directores ejecutivos de las mayores compañías del mundo son mujeres.

La brecha salarial entre el género femenino y masculino también sigue vigente. Por lo general, las mujeres ganan en promedio 77% de lo que ganan los hombres, con la diferencia absoluta que se amplia para las mujeres mejor pagadas. La OIT señala que al ritmo actual, sin una acción dirigida, la igualdad salarial entre hombres y mujeres no será alcanzada antes de 2086, es decir, dentro de al menos 71 años.

Además, la OIT sostiene que al parecer la diferencia de remuneración no ajustada relacionada con la maternidad tiende a ser mayor en los países en desarrollo que en los países desarrollados.

A nivel mundial, la brecha salarial relacionada con la maternidad aumenta con el número de niños que tiene la mujer. En muchos países europeos, por ejemplo, un solo hijo tiene sólo un pequeño efecto negativo, pero las mujeres con dos y, sobre todo, tres hijos experimentan una sanción salarial. En los países en desarrollo, los datos sugieren que el sexo de los hijos también puede ser importante, ya que es más probable que las hijas ayuden con las tareas domésticas y de cuidado, reduciendo la brecha relacionada con la maternidad.


Observatorio de Recursos Humanos

ORH | Observatorio de Recursos Humanos

Desde 2006 trabajamos para ofrecer contenidos e información de valor para el profesional de la gestión de RRHH, con el convencimiento de que el conocimiento, en sus vertientes de creatividad, innovación y aprendizaje continuo, es el principal valor de una dirección eficaz.



Contacta con nosotros


Nuestros Otros Proyectos


Suscríbete al boletín

* campos obligatorios
Acepto las condiciones de uso y la política de privacidad


Síguenos en Redes Sociales