El teletrabajo se ha convertido en un requisito indispensable para muchos empleados durante este último año. Con más de 2,86 millones de españoles teletrabajando desde su domicilio este año según datos del Adecco Group Institute, la forma en la que los equipos de recursos humanos implantan la cultura empresarial se ha visto transformada por completo. Aunque en muchas empresas, sobre todo las tecnológicas, el teletrabajo ya existía de mayor o menor medida al inicio de la pandemia, este se ha convertido en uno de los mayores retos para los departamentos de recursos humanos, que hemos tenido que desarrollar a marchas forzadas políticas y fórmulas de trabajo en remoto para mantener a los empleados implicados y motivados y, a la vez, mantener viva la cultura empresarial.
La cultura empresarial une a los trabajadores, que se sienten integrados independientemente del crecimiento de la empresa, conocedores de que las nuevas incorporaciones compartirán con ellos unos principios y valores. La sensación de familiaridad, cercanía, atención y reconocimiento es indispensable para los trabajadores. Mucho más si nos encontramos en el sector tecnológico que, según el informe “Remote Work in Western Europe”, sigue siendo el que mayor número de empleos remotos oferta. Encontrar los canales y formas adecuadas para mantener y postergar la cultura empresarial de forma remota es clave para mantener el sentimiento de pertenencia y la productividad a pesar de la distancia que pueda separar a los trabajadores. Tanto es así, que según el estudio ‘La lógica del compromiso: Una palanca crítica para cambiar’, una buena gestión del compromiso en la empresa logra que el rendimiento de los trabajadores se eleve hasta el 300%, y reduce el absentismo laboral hasta en un 37%.
Más complicado aún es tratar de inculcar esa cultura empresarial en empresas de rápido crecimiento. Uno de los principales pilares clave para la incorporación de personas al equipo es el proceso de onboarding que hemos ido perfeccionado en los últimos meses. El tiempo de integración y adaptación de cada trabajador depende en gran medida de la propia persona y las relaciones que establezca dentro de la empresa. Por eso, es esencial seleccionar personas de referencia dentro de la empresa y de los propios equipos que puedan servir como guía para el recién llegado y a través de las cuales poder ir transmitiendo la cultura empresarial de primera mano. Estos mentores deben acompañar al recién llegado al menos durante su primer año, para poder resolver sus dudas, facilitar su transición y poder asegurar así la perfecta integración en la compañía.
También se ha transformado el proceso de comunicación al que estábamos acostumbrados en el departamento de recursos humanos. Hemos pasado de sentarnos a hablar con trabajadores cara a cara, a pasar horas delante el ordenador en videollamadas que acaban siendo poco eficientes. Tanto es así que una reciente encuesta de Zoom ha revelado que el tiempo dedicado a videoconferencias durante el último año ha aumentado entre 3 y 5 veces. Para mantener la cultura empresarial es fundamental que los empleados sientan que estas reuniones no son una pérdida de tiempo y que, a su vez, son escuchados e invitados a participar. La introducción de reuniones bidireccionales en las que no solo el equipo directivo sea el emisor, sino también el receptor, son fundamentales para conseguir este objetivo, así como la introducción de una ronda de preguntas y sugerencias donde los empleados puedan expresar sus dudas y opiniones.
Independientemente de la forma, los equipos de recursos humanos han de lograr transmitir transparencia y cercanía a los miembros del equipo y facilitarles las vías a través de las que puedan expresar su opinión como campañas de entrevistas, foros de opinión, encuestas anónimas y buzones de sugerencias, entre otros. Esta variedad de formatos en los que poder trasladar su opinión servirá para que los empleados se sientan parte del equipo, algo fundamental en el sector tecnológico en el que cada vez hay mayor rotación de talento y en el que la fidelización de los empleados es imprescindible.
La pandemia ha alterado indudablemente la forma en la que los equipos de recursos humanos tratamos de establecer la cultura de empresa. A pesar de que hayan cambiado los canales, formatos y maneras en las que tratamos de hacer llegar nuestro mensaje al resto de la empresa, la pandemia nos ha brindado una nueva oportunidad de entender qué es lo verdaderamente importante para el trabajador y cómo podemos ayudarle en su incorporación a la empresa de forma remota. Los valores y cultura empresarial se logrará mantener siempre y cuando el departamento de recursos humanos se esfuerce por adaptarse a las nuevas circunstancias, escuche a sus empleados, transmita cercanía y transparencia y descubra la forma en la que pueda llegar mejor a sus empleados.
Patricia Díaz,
Culture & Talent Experience Lead en Omega CRM