Pecados capitales en la gestión de las políticas activas

Redacción ORH15 febrero 20239min
ergon colaboracion

Ergon_Opina, por el equipo de Fundación Ergon.

Hoy en día, nadie es capaz de poner en duda que nos estamos enfrentando a cambios muy relevantes en el mercado de trabajo. Por otra parte, todos los datos confirman que el llamado “desempleo de larga duración” ya afecta a aproximadamente el 50% de las personas en esta situación.

Mientras tanto, en lo fundamental, seguimos gestionando el mercado de trabajo más o menos como lo hemos hecho en los últimos 20/30 años. No estamos haciendo a la velocidad adecuada los cambios necesarios para que los sistemas de intermediación laboral se adapten a las nuevas realidades y a las nuevas demandas de sus usuarios.

En este sentido nos preguntamos sobre lo que hemos hecho o estamos haciendo (más allá de los grandes principios) en:

a) Facilitar el cambio cultural de los agentes y de las personas que intervienen en la gestión del mercado de trabajo.

b) Apoyar a los y las profesionales del sector público o de las entidades colaboradoras para que adquieran las competencias y habilidades que les han de permitir afrontar con éxito las nuevas realidades.

c) Poner el foco en atender las necesidades y realidades de las empresas y organizaciones.

d) Dotarnos de los procesos y de las tecnologías adecuadas para ser mucho más eficientes en la gestión.

e) Empezar a trabajar en la trazabilidad de las acciones y la gestión a partir de los datos.

f) Crear una estructura global que permita evaluar y destacar los proyectos e iniciativas que están teniendo éxito.

 

Somos conscientes de que hoy existen muchas iniciativas en marcha en la dirección adecuada, pero lamentamos que estos procesos sean más la consecuencia de iniciativas individuales, que, el resultado de una estrategia y un esfuerzo institucional en todos los ámbitos.

Mientras tanto, y a pesar de los cambios que se han planteado en la Estrategia Española de Apoyo Activo al Empleo 2021-2024, en los Planes Anuales y en la nueva Ley de Empleo, ya en la fase final de su tramitación parlamentaria, seguimos gestionando, en palabras de Esther Sánchez, el día a día, manteniendo procesos “con importantes fallos de estructura, muchos de los cuales son endémicos y sin parangón internacional, lo que nos invita a pensar que las cosas pueden y deberían hacerse de otra manera”.

Hemos titulado la edición de este Ergon_Opina “Pecados capitales en la gestión de las políticas activas”. Pues bien, con un ánimo totalmente constructivo, he aquí los 5 pecados que consideramos entrarían en esta categoría:

 

1. Problemas endémicos de estructura y organización

La intermediación pública destaca por desarrollarse con unos criterios organizativos que hoy no se ajustan a la realidad y a las necesidades de los usuarios. Unos problemas agravados como consecuencia de nuestra específica distribución territorial basada en una estructura central y 16 diferentes actores, muy condicionados por las estructuras políticas y que, a pesar del esfuerzo que se desarrolla a nivel técnico para su coordinación, actúan con planteamientos, perspectivas y objetivos a menudo contradictorios.

 

2. Miedo atávico a la colaboración con el sector privado

Las administraciones públicas, en general, y las dedicadas a la gestión del empleo, en particular, siguen atrapadas en el falso dilema sobre el sentido de su naturaleza pública, sin encontrar su propuesta de valor y sin promover fórmulas efectivas de colaboración público-privada. Aunque se han ido dando pasos en este sentido en los últimos años, seguimos mediatizados por las influencias políticas y sus intereses cortoplacistas, que aborrece el riesgo, que han generado estructuras “que sacan partido” de una situación y dedicadas a un “control administrativo” ineficiente, inoperativo y desactualizado.

 

3. Procesos no orientados ni al cliente (desempleados/candidatos) ni a las necesidades del mercado

Todos los agentes que actúan en un determinado entorno deben de conocerlo. Parece que esto es una evidencia que nadie debería de discutir, aunque no lo es en las políticas activas de empleo.

Conocer el mercado significa desde saber cómo son las organizaciones y entender sus necesidades, hasta ser conscientes de que los diferentes entornos demandan diferentes propuestas. El conocimiento que tienen los agentes públicos sobre la gestión de personas y sobre las dinámicas empresariales es claramente ineficiente. Un reconocimiento hecho, incluso, por alguien tan poco cuestionable como Valeriano Gómez, que ha expresado en repetidas ocasiones el argumento de: “No hay buenas políticas de empleo sin servicios públicos que dispongan de un mejor conocimiento de la realidad del mercado de trabajo”.

 

4. Foco alejado de la perspectiva de aportación de valor

La intermediación está claramente burocratizada. No es lo mismo gestionar prestaciones (desempleo, rentas mínimas, etc.) que orientar a las personas, un aspecto que ha sido reiteradamente formulado por la AiERF y por el Instituto Cerda en sus informes sobre la gestión y el gasto en políticas activas. Necesitamos gestión pública en el ámbito del empleo, pero deberíamos de preguntarnos si tiene sentido mantener las estructuras actuales cuando solo se es capaz de conseguir resultados de intermediación del 3%. ¿No sería mucho más eficiente que el SPE se dedicase, de verdad, a la definición y al control de las políticas dejando la gestión en terceras manos?

 

5. Falta de especialización e ineficiencia en el gasto

También en el ámbito del empleo, la especialización favorece la eficiencia y una mejor gestión de los recursos. Y, sin embargo, constatamos cómo gestionamos sin aplicar esta certeza. No obstante, la realidad termina imponiéndose. Hoy nadie cuestiona que son las entidades sociales y algunas iniciativas empresariales específicas las más adecuadas para gestionar los procesos de intermediación de los colectivos en riesgo de exclusión. También, que existen muchos otros agentes privados que obtienen mejores resultados en los procesos de orientación e inserción dentro de sus ámbitos de especialización. No obstante, las reticencias continúan.

 

El resultado final es de todos conocido. A pesar de que existe un elevando consenso en el diagnóstico no parece que hagamos mucho para tratar adecuadamente al enfermo.

Necesitamos pasar de las buenas intenciones a acciones concretas. Y este es el propósito del proyecto «Propuestas Ergon para la mejora de la gestión del mercado de trabajo» que hemos desarrollado en nuestra Fundación.

Podemos darle muchas vueltas al diagnóstico, pero seguiremos sin abordar la raíz del problema mientras no seamos capaces de implementar un modelo flexible de gestión de las políticas activas, bajo criterios técnicos, dotado de los elementos de coordinación adecuados y de mecanismos objetivos de validación y valoración de sus resultados. No será fácil, pero es que en ello nos jugamos mucho.

 

Imagen de cuteimage en 123rf.


Observatorio de Recursos Humanos

ORH | Observatorio de Recursos Humanos

Desde 2006 trabajamos para ofrecer contenidos e información de valor para el profesional de la gestión de RRHH, con el convencimiento de que el conocimiento, en sus vertientes de creatividad, innovación y aprendizaje continuo, es el principal valor de una dirección eficaz.



Contacta con nosotros


Nuestros Otros Proyectos


Suscríbete al boletín

* campos obligatorios
Acepto las condiciones de uso y la política de privacidad


Síguenos en Redes Sociales